La familia de la nieta 115 había denunciado a Francisco por complicidad con la dictadura. En 1977, reclamaron a la iglesia y especialmente a los Jesuitas por el secuestro de su hija Elena, que estaba embarazada.
El 13 de marzo de 2013, el kirchnerismo tuvo un mal trago con la noticia de que Jorge Mario Bergoglio había sido elegido como Sumo Pontífice de la iglesia católica, el primer argentino y americano en llegar a ese cargo. La preocupación surgía de la mala relación que el hasta entonces cardenal de Buenos Aires había tenido con los presidentes Néstor y Cristina Kirchner.
El discurso del oficialismo se concentró en criticar al sacerdote por sus posturas conservadoras y por su participación en la última dictadura cívico-militar de Argentina. El Papa, denunciaban, era responsable o cómplice de la entrega de sacerdotes y del robo de bebés.
Las críticas duraron una semana. Ante la inmensa popularidad del nuevo papa, el kirchnerismo dio un abrupto giro discursivo y pasó a elogiarlo. Pero los cuestionamientos a su rol en la dictadura continuaron: Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, objetó que el cura nunca se hubiera acercado a ellas.
Lo cierto es que Bergoglio sí tuvo contacto con Abuelas, pero las reuniones no dieron los resultados que ellas esperaban. Hace 37 años, el sacerdote recibió a la familia de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, alias «Licha», una de las fundadoras de Abuelas, cuya nieta, Ana Libertad, fue encontrada hoy.
Ana Libertad es hija de Elena de la Cuadra Zubasnar, que a su vez era una de los cinco hijos de la familia De la Cuadra. Elena fue secuestrada el 23 de febrero de 1977 con un embarazo de cinco meses en La Plata. También se llevaron a otros compañeros, a su pareja Carlos Baratti, y a su hermano, Roberto José. Elena estuvo detenida en la Comisaría 5º de La Plata. Su hija nació en cautiverio el 16 de junio de 1977 y cuatro días después fue separada de su madre. Un sobreviviente del centro clandestino de detención dijo que vio a Elena en enero de 1978. Es lo último que se sabe de ella.
La familia De la Cuadra tenía buena relación con la iglesia católica. Tras el secuestro de Elena, contactaron a Pedro Arrupe, general de la Compañía de Jesús, quien incluso había viajado a Japón becado por la familia. Según contó Estela De la Cuadra, hija de Alicia y hermana de Elena, el sacerdote les prometió «que iba a conectarse con el provincial de los jesuitas, Bergoglio, en una reunión próxima en Buenos Aires».
El actual Papa recibió al padre de Estela, Roberto Luis De la Cuadra, y «le dio una carta a mi padre en la que le dice, claramente, al obispo auxiliar de La Plata que interceda y se ocupe del caso», narró Estela en 2011 ante el Tribunal Oral Federal 6. Mario Piqui, arzobispo de La Plata, también se reunió con Roberto y le prometió hablar con el vicegobernador bonaerense. La respuesta, según declaró, fue que a su nieta «la tenía un matrimonio bien, no hay vuelta atrás».
En 2010, el entonces cardenal porteño tuvo que declarar en la causa ESMA por los secuestros de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics. Cuando le preguntaron si estaba al tanto del robo de bebés, el cura dijo que lo supo después de terminada la dictadura. Esa negativa «es inmoral, eso es burlarse de las cosas que estos hombres y mujeres hicieron», opinó Estela.
«Yo creo haber demostrado con las cartas que mandamos a la Conferencia Episcopal en el año ’79 el conocimiento y la preocupación que había; también hay documentos respecto de cómo se divulgaron las noticias de la desaparición de personas y de los niños: nadie puede decir que no conoce», consideró la tía de Ana Libertad en 2011, según el diario Página/12. Para ella, Bergoglio «no sabe dónde están» los desaparecidos «pero qué pasó y cuál es el mecanismo tiene mucho para decir y acá está la carta de mi padre». A pedido suyo, el sacerdote fue citado a declarar en la causa.
A partir de su búsqueda, Licha De la Cuadra terminaría contactándose con otras mujeres que también buscaban a sus hijos y nietos, que fundaron las Abuelas de Plaza de Mayo. Fue su primera presidenta hasta 1983, cuando cedió el mando a «Chicha» Mariani. Falleció el 1 de junio de 2008, sin haber encontrado a su nieta.
En 2011, Bergoglio declaró por escrito: “No recuerdo los pormenores de la entrevista” con De la Cuadra. “No recuerdo que me haya referido que su hija se encontraba embarazada”, escribió. “No recuerdo haber tenido conocimiento de las reuniones que podría haber realizado monseñor Picchi”, afirmó y aseguró que no informó de la denuncia a otra autoridad que no fuera Piqui y admitió que no hizo ninguna gestión para ayudar a la familia De la Cuadra.
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