Un testigo clave para la causa de la explosión del gasoducto, a dos meses del siniestro, la investigación judicial suma elementos. Las hipótesis se reducen. El testimonio a este diario de un sobreviviente sería un aporte relevante.
Los peritos que intervienen en la investigación por la explosión del gasoducto de Pilar insisten en una frase: “Los caños hablan por sí mismos”. En el análisis del material, y cómo lo impactó la detonación, está buena parte de las claves para determinar la causa de la catástrofe que se cobró la vida de dos personas el 1° de agosto pasado, además de cinco heridos, daños materiales y la interrupción del servicio de gas natural por varios días en una amplia zona.
El miércoles pasado, a exactos dos meses de aquel estrago, los peritos de las empresas TGN, Ecogas y Epec, del ente nacional Enargas y de la Policía Judicial de Córdoba, se reunieron en el laboratorio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), en Mar del Plata, para una nueva ronda de análisis de la información ya reunida.
La fiscal federal de Villa María, Virginia Miguel Carmona, explicó a La Voz del Interior que se practicaron ensayos metalográficos y de fractomecánica. Los primeros permiten estudiar las características microestructurales del material. Los segundos buscan determinar sus puntos críticos de tensión.
Según la fiscal, un dato relevante es que se logró identificar el lugar exacto en el que se inició la explosión, lo que ayudaría para avanzar en la determinación de la posible causa.
El expediente ya acumula tres cuerpos y sigue incorporando pruebas y testimonios.
Del abanico de hipótesis planteadas en un principio, se fueron descartando algunas y la investigación se concentra ya en unas pocas, aunque la fiscal prefiere no adelantar detalles al respecto, hasta contar con elementos más definitorios.
El que la vio
Miguel Carmona admitió que el testimonio del sobreviviente José Tissera es fundamental para la causa. Se trata del mecánico circulaba en su camioneta Saveiro por la ruta provincial 13, y pasó por el sitio de la explosión justo cuando ocurría. Viajaba a Villa del Rosario, donde tenía que reparar una máquina agropecuaria.
Tissera estuvo internado por las lesiones recibidas y momentos antes de ser dado de alta del Instituto del Quemado de Córdoba, a mediados de agosto, relató a este diario que vio dos “chispazos” en los cables conectados a la central eléctrica de Epec, a lo que siguió “un trueno y una nube” y segundos después “una bola de fuego” avanzando hacia su camioneta, de la que pudo escapar y sobrevivir.
Plazos
La causa judicial está aún caratulada como “NN Investigación sobre delito”, al menos hasta tanto se determine el tipo de estrago que corresponde y si cabe atribuir responsabilidades a alguna de las empresas.
La fiscal precisó que se analizaron las condiciones atmosféricas del momento de la explosión y se incorporó el libro de estación y registros electrónicos, que permiten tener un detalle de los momentos previos al siniestro.
Sobre los plazos de la investigación, Miguel Carmona argumentó que “los análisis llevan un tiempo”, más allá de los testimonios y peritajes ya recolectados. Sostuvo la fiscal que para determinar fehacientemente las causas deben cumplirse pasos científicos determinados, y que algunos de ellos están aún en proceso de determinación.
Fuente: La Voz
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