Precios locales le hicieron frente a las fuertes bajas externas. La sorpresa por algunos datos del USDA llevó a los precios a sufrir bajas importantes en Chicago. Precios locales se mantuvieron en niveles interesantes a pesar de la caída en el exterior.
La semana pasada tuvimos la actualización mensual del informe de oferta y demanda mundial de granos de parte del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés). Como el maíz y la soja están ya en etapas finales, se esperaban pocos cambios en las proyecciones de producción para este país. Sin embargo se reportó un aumento en las existencias finales muy abultado. La sorpresa llevó a los precios a sufrir bajas importantes.
En el caso de la soja, el USDA elevó los rindes en 0,7 quintales por hectárea (qq/ha) dejándolos medio quintal por encima de los del año anterior en 32,5 qq/ha. Esto ocasionó un aumento de producción de 2,5 millones de toneladas a 108,4 millones de toneladas. Gracias a un aumento en la demanda esperada, sobre todo externa, las existencias se incrementaron sólo en 1,4 millones de toneladas pero quedaron casi 1 millón de tonelada por encima de lo que el mercado esperaba.
En el caso del maíz el USDA aumentó los rindes en 0,8 qq/ha dejándolos en 106,3 qq/ha sólo 1 qq/ha por debajo del año anterior. La producción creció en 1,9 millón de toneladas y gracias a un recorte en la demanda, los stocks subieron todavía más, 5 millones de toneladas quedando en 44,7 millones de toneladas y superando así las existencias del año anterior a pesar de la caída de área.
Realmente resulta llamativo que con las dificultades que atravesaron los cultivos se hayan alcanzados rendimientos tan altos. Recordemos los anegamientos que sufrieron los lotes por exceso de humedad. Sin embargo con datos de rinde ya disponibles, queda poco margen para el error en estas cifras, y debemos darlas por buenas.
En cuanto a las proyecciones de consumo, los datos del USDA se han quedado cortos en los últimos años. Y de hecho el ritmo de consumo y exportaciones en otras oportunidades a esta altura ya dejaban entrever esto. Sin embargo en esta campaña el ritmo de exportaciones viene lento. Especialmente en el caso del maíz.
La soja por caso volvió esta semana a exceder el millón de toneladas comprometidas para exportar, aunque el acumulado sigue atrasado respecto al año anterior. Recordemos que es muy difícil estimar la demanda, y que lo único que podemos hacer es ir viendo cómo funcionan semana a semana. Sin embargo como pueden acelerar por momentos y demorarse después, no es fácil acertar con estos pronósticos.
En el caso del trigo los stock también subieron 1,4 millones de toneladas quedando casi 1 millón por encima de lo esperado en 24,8 millones de toneladas. Esto hace que los comentarios de problemas por falta de humedad para esta campaña norteamericana pasaran a segundo plano.
Pero más allá de los números del USDA, preocupa que el dólar se siga revaluando, lo que encarece las exportaciones de granos de Estados Unidos, al tiempo que los Brasil devaluó su moneda, y en nuestro país podría producirse una quita de derechos de exportación y una devaluación. Ambos harían que el productor reciba más pesos por sus ventas, incentivando los embarques de Argentina, que son una amenaza para las exportaciones de Norteamérica.
Sin embargo, esas mismas razones están permitiendo que los precios locales se sostengan en niveles interesantes a pesar de la caída en el exterior. La semana pasada sin embargo no se pudieron evitar las bajas, pero son mucho menores que lo visto en el mercado internacional.
(*) Consultor agropecuario y profesor del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral.
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