Las tres prácticas agrícolas clave para soja, según AGD. Un alto ritmo de siembra, una correcta elección de las variedades y una adecuada rotación de las gramíneas constituyen una tríada de prácticas que todo productor agropecuario debería seguir en la próxima campaña gruesa para poder lograr excelentes rendimientos con la soja.
El alto ritmo de siembra, una correcta elección de las variedades y una adecuada rotación de las gramíneas constituyen una tríada de prácticas que todo productor agropecuario debería seguir en la próxima campaña gruesa para poder lograr excelentes rendimientos con la soja.
Esa es la conclusión a la que llegó Aceitera General Deheza (AGD) sobre la base de estudios realizados durante la última campaña que definieron las tres prácticas agrícolas con más impacto en el cultivo de la oleaginosa. Estos datos fueron presentados durante la Agrojornada Soja con Sustentabilidad por el gerente de Agroinsumos de AGD, Esteban Tronfi.
Ritmo de siembra.Según Tronfi, “fue de manual”, ya que el 75 por ciento de la soja se sembró en noviembre y es la que logró el mejor rinde, superando los 40 quintales por hectárea. El técnico de AGD calculó que la pérdida por atraso en la fecha de siembra ascendió a unos 15 kilos de rendimiento menos por día, que significan 30 dólares por hectárea en un mes.
Elección de variedades.AGD analizó los rendimientos de los cultivos en tres ambientes (A, B y C, donde A es el mejor y C es el peor) y detectó una diferencia del 7% en el rendimiento promedio de cada ambiente en relación con lo que rindieron las mejores variedades. “La pérdida estimada por mala elección genética está en unos 280 kilos por hectárea”, mencionó.
Rotación de gramíneas.“Es el valor más importante”, indicó Tronfi y subrayó al respecto que los lotes que tuvieron una relación del 33% en la rotación de gramíneas de verano lograron un rendimiento de 43 quintales, mientras que los que no alcanzaron esa proporción, llegaron como máximo a 37 quintales. Traducido en números, significa una pérdida por rotación deficiente del lote de 600 kilos por hectárea.
Fuente: La Voz
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