La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer que el gobierno nacional quiere «un campo para muchos», y destacó la importancia de impulsar un «nuevo ruralismo», donde los pequeños y medianos productores puedan asociarse e introducir el cooperativismo.
«Necesitamos hacer un cambio estructural en esta nueva ruralidad del Bicentenario. Queremos un campo para muchos, donde sus pequeños y medianos productores puedan asociarse e introducir nuevamente el cooperativismo, como una de las armas más formidables para lograr que los pequeños y medianos participen en la rentabilidad», afirmó Cristina.
Al participar del lanzamiento oficial de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO), en el estadio Luna Park, la presidenta pidió además al Congreso que apruebe la ley que consagra los derechos del trabajador rural, a la vez que ratificó el envío de un proyecto para defender la jurisdicción de la tierra.
«Esa nueva ruralidad tiene que tener un nuevo paradigma en el trabajo rural. Nos avergüenza la explotación digna del siglo XIX.
Queremos que tengan los mismos derechos. Por eso le pido al Congreso que apruebe el proyecto que consagra los derechos del trabajadores rurales», aseveró.
En la ceremonia, de la que participaron numerosos militantes y representantes del sector, Cristina recibió un documento elaborado por más de 900 técnicos, profesionales y referentes del área agropecuaria, de 20 provincias argentinas, como un aporte para la política del campo.
La agrupación elaboró el documento que entregaron a la Jefa de Estado, tras una serie de plenarios y debates que se iniciaron en septiembre de 2010.
Cristina, que estuvo acompañada por el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, puso de relieve la importancia de avanzar en ese nuevo ruralismo, al sostener que permitirá no sólo la generación de nuevos puestos de trabajo sino «una mayor rentabilidad».
En ese sentido, la presidenta destacó la necesidad de incorporar a ese proceso a nuevos actores que hasta ahora permanecían aislados «como nuestras universidades, nuestros profesionales, nuestros técnicos y nuestros científicos, porque estamos en condiciones por la calidad de nuestros recursos humanos».
En referencia al conflicto con dirigentes ruralistas en 2008, Cristina sostuvo que «fue difícil no solamente por los poderosos intereses concentrados que tuvimos que enfrentar, sino también porque jamás se había vivido algo así en cuanto a su permanencia en el tiempo y a su nivel de agresividad».
«Aquí estamos, por suerte para todos los argentinos no tuvimos que importar carne, no tuvimos que importar leche, no tuvimos que importar trigo ni maíz, al contrario, vamos a tener este año la cosecha más importante que supera los 100 millones de toneladas de granos», enfatizó la Presidenta.
Afirmó que «uno de los ejes de la recuperación de nuestro país ha sido la infraestructura, no sólo por lo que ha repercutido en mano de obra, sino en como impacta en la actividad económica», y puso de relieve el subsidio del Estado a los combustibles «que permite darle una competitividad al agro que no tiene en otros lugares: la historia hay que contarla completa», subrayó.
Cristina dijo que es «imprescindible que, además de las convicciones, además de las ideas, es también imprescindible tener un proyecto de país, explicable, mostrable. Todo esto no es algo que vamos a hacer sino que estamos contando las cosas que hemos hecho en estos ocho años de Gobierno».
Y se preguntó: «Ustedes creen que podíamos tener este nivel de competitividad, de producción, si todavía estuviera en nuestras espaldas el peso de la deuda externa que ese hombre (por Néstor Kirchner) abordó por primera vez con criterio soberano y nacional para su negociación».
«Ustedes creen que hubiera sido posible si no hubiéramos acumulado las reservas que hemos acumulado, manteniendo un tipo de cambio competitivo. Esto no es magia, esto es el funcionamiento de un modelo de país», afirmó al presidenta.
Asimismo, resaltó que «nunca le fue al sector agrícola ganadero como le está yendo ahora. Pero queremos ir por más; queremos que además inviertan en valor agregado, queremos asociarlos para no ser solamente el granero del mundo, sino un país con industria».
«Menos mal que no prestamos atención a los consejos de congelamiento y enfriamiento. Será porque veníamos del sur?. Cuando tenés mucho frío, te morís congelado», dijo.
En ese sentido, la Presidenta sostuvo que lo importante es «que todos se conviertan en militantes de esa causa nacional, explicando, mostrando, tenemos tantas cosas para mostrar que para qué nos vamos a molestar en contestar un agravio, una injuria.
Contestemos con los hechos, con lo que se toca, lo que se gana, lo que se pesa, esa es la mejor respuesta».
Finalmente, Cristina instó a seguir convocando a la unidad nacional, al recordar que «toda vez que nos dividieron, que nos enfrentaron, que nos confundieron, nos fue muy mal».
«No nos dejemos tentar. No nos dejemos provocar. Tenemos que seguir en este camino de construcción, de convencer al otro, de hacerle ver las cosas que no pueden ver, porque han sido décadas de esa suerte de coloniaje intelectual o cultural», afirmó.
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