El aumento de la producción agrícola es también una cuestión de género. La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó que una mayor participación de la mujer en el acceso al sistema de producción agrícola implicaría un aumento de entre el 2,4 y 4 por ciento en ese sector. Por esto, el organismo instó a «cerrar la brecha» de género en la agricultura, sobre todo en América Latina, donde la mujer representa el 20 por ciento de la fuerza laboral.
«Si las mujeres en las zonas rurales tuvieran el mismo acceso que los hombres a la tierra, la tecnología, los servicios financieros, la educación y los mercados, se podría incrementar la producción agrícola y reducir entre 100 y 150 millones el número de personas hambrientas en el mundo», indicó el informe sobre «El estado mundial de la agricultura y la alimentación».
En este sentido, el documento anual que elabora esa entidad «plantea sólidas razones económicas para promover la igualdad de género en la agricultura», según definió el director general de la FAO, Jacques Diouf, quien además llamó a «eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres».
Según los datos revelados, las mujeres representan el 43 por ciento de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, casi el 50 por ciento en Asia oriental y el Sudeste asiático, en tanto que en Latinoamérica la cifra alcanza al 20 por ciento. En la actualidad, las mujeres empleadas en áreas rurales tienen sueldos inferiores a los de los hombres pese a realizar el mismo trabajo.
Chile y Honduras son algunos de los países donde menos mujeres del campo acceden a ocupaciones rurales, mientras que el Perú y Brasil representan a las naciones con más avances, agregó la entidad.
Si esta tendencia se revirtiera en favor de la igualdad de género, sería posible aumentar de 20 a 30 por ciento la producción de las explotaciones gestionadas por las mujeres en los países en desarrollo y habría «una reducción del número de víctimas del hambre en el mundo del orden del 12 al 17 por ciento, equivalente a entre 100 y 150 millones de personas», precisó el documento.
Para la directora adjunta de FAO, Ann Tutwiller, tanto los gobiernos como las organizaciones internacionales y las agencias de desarrollo deben tener en cuenta ese importante dato para impulsar programas en el sector agrícola.
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