La necesidad de incrementar la eficiencia productiva de los sistemas ganaderos ha desembocado en un proceso de intensificación, acentuado por el incremento en el valor de la tierra.
El mayor valor inmobiliario, consecuencia de la alta rentabilidad que brindan los cultivos para grano estivales, ha hecho que el costo relativo de los alimentos para el ganado haya también variado. El forraje almacenado como silo es una fuente de alimento predecible, lo que no necesariamente ocurre con los verdeos estivales e invernales.
En cuanto a los verdeos invernales, es común observar como con el transcurrir de los cortes o pastoreos la producción de materia seca (MS) tiende a disminuir. Circunstancia que condiciona inexorablemente la carga animal.
Un desafío que el mejoramiento genético vegetal asume de manera constante es aunar producción y estabilidad, sólo así los verdeos invernales se parecerán cada vez más a los forrajes conservados en cuanto a la certeza de lo que se dispone.
El triticale, presente
El triticale sobresale por su alta producción de materia seca y la menor pérdida de calidad con el transcurrir del período de aprovechamiento; sin embargo adolece, al igual que el resto de los verdeos de invierno, de una merma productiva a medida que se lo aprovecha.
El objetivo de un trabajo realizado en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba fue identificar genotipos productivos y a la vez estables a lo largo de los distintos cortes o pastoreos.
A diferentes genotipos experimentales y a cinco cultivares comerciales de triticale forrajero se les realizaron tres cortes (15/05/2014, 15/7/2014 y 11/09/2014).
La información correspondiente a la producción de materia seca (kg/ha) fue sujeta al correspondiente análisis estadístico. A partir del análisis de un diagrama de dispersión, se constató la presencia de genotipos con una alta producción de materia seca acumulada (por encima de los 8.500 kilos de materia seca por hectárea) y a la vez con una baja variabilidad entre cortes (en algunos casos no superior al 10 por ciento).
Estos resultados, luego de una ulterior confirmación, pueden convertirse en los argumentos para fortalecer el mejoramiento genético de la especie, apoyándose en el rendimiento y en su estabilidad a lo largo de los distintos cortes o pastoreos, con el objeto de programar con mayor exactitud la carga animal en los sistemas ganaderos semi intensivos.
Resumen de un trabajo final de graduación en Ingeniería Agronómica. Las autoras agradecen a los profesores Mónica Balzarini, Eduardo Laurella y Ricardo Maich (FCA-UNC) por la tutoría brindada en el área de consolidación.
Fuente: La Voz
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