«No hago seguidismo idiota ni oposición cerrada al gobierno», dijo ayer el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, en respuesta a los recientes cuestionamientos de sus pares de la Mesa de Enlace.
El cruce comenzó después de que el gobierno volviera a intervenir en el mercado de trigo, al autorizar a un grupo de cooperativas afiliadas a la FAA a que comercialicen unas 500.000 toneladas de ese grano a la industria molinera.
El titular de la Sociedad Rural (SRA), Hugo Biolcati, y de Confederaciones Rurales (CRA), Mario Llambías, rechazaron lo que consideran un nuevo acto de intervencionismo estatal. Ambas entidades reclaman la liberación total del mercado triguero.
La semana pasada la Mesa de Enlace llevó adelante una medida de fuerza conjunta que consistió en el cese de comercialización de granos y oleaginosas.
Incluso el miércoles 19 los cuatro dirigentes del bloque –completado por Carlos Garetto, de Coninagro– participaron de una convocatoria nacional y protesta realizadas en Bahía Blanca, eje de una región triguera por excelencia.
«Tono tendencioso»
«Que se le dé más comercialización al movimiento cooperativo es una buena noticia. Y hay que sacar ese tono tendencioso de que Buzzi arregló»
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