Eso explica la caída en los precios de la hacienda -que no se va a reflejar en los mostradores-. Ahora la duda es si se recuperará el consumo. Opinión de Ignacio Iriarte… En noviembre, la faena de ganado vacuno habría totalizado en Argentina 1.014.000 cabezas, 5,4% más que igual mes del año pasado y 2,7% más que en octubre último.
Si se corrige el dato de matanza por la cantidad de días hábiles en el mes, el incremento en la oferta de carne con respecto al mes anterior resulta mínimo pero suficiente por segundo mes consecutivo para hacer caer el precio de la hacienda.
La baja acumulada llega al 10% en las haciendas livianas de consumo, producto esto de una salida masiva de los feedlots, cuyos engordes se retrasaron este año por las lluvias y por el clima adverso. La oferta de carne para el consumo local se estaría ubicando hoy en los 58-59 kilos per cápita: al superarse la escasez de los meses precedentes, los tres a cuatro kilos adicionales volcados al consumo alcanzan para deprimir el mercado.
La carne vacuna ya no escasea y este volumen adicional de carne encuentra a la demanda doméstica en el peor momento de la última década, con caída de los salarios reales y del empleo. Además, la oferta de carnes sustitutas no para de crecer: según fuentes de la industria avícola, el año terminaría con un consumo de pollo cercano a los 48 kilos a lo que habría que agregar 17 kilos de cerdo. Inédito: 65 kilos de sustitutos.
En menos de dos meses el precio del novillito en Liniers (350-390 kilos) cayó 11% como reflejo de una oferta que está registrando el pico estacional de salida de los feedlots y de una demanda muy débil, presionada además por la oferta récord de sustitutos: 43 kilos de pollo, 17 kilos de cerdo.
La demanda frigoríficos, los matarifes y los supermercados- absorben este volumen adicional, pero imponiendo bajas en los valores de la hacienda, que permitan recomponer los márgenes perdidos en toda la cadena a lo largo del 2016.
Los precios al mostrador, en el corto plazo, no puede esperarse que bajen. No hay que confundir al consumidor.
Solo queda aguardar que este pico de oferta tienda a ceder a partir de febrero o marzo y que se recupere el terreno perdido. Pero es improbable que, aunque la oferta ceda, los valores reales del ganado recuperen los niveles de marzo-abril de 2016.
Ag. de Noticias: Noticias AgroPecuarias
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