El maíz es la materia prima definitoria en el engorde. Se puede engordar sin maíz pero los resultados no van a ser los mismos..
El negocio del feedlot, luego del trago amargo que debió soporta el año pasado, por el precio del maíz que en Argentina estaba más caro que en Chicago, en parte porque el anegamiento de los campos impidió el ingreso de las cosechadoras y por otro lado por la eliminación de las retenciones, 2017 presenta un panorama más alentador que en el período anterior.
“Se vislumbra un buen año para el engorde a corral. Creemos que los precios del maíz se normalizarán y que reflejarán los valores del mercado mundial. Esperamos que haya más producción del cereal gracias a la ayuda de las lluvias”, evaluó el feedlotero Antonio López Da Silva y directivo de la Cámara Argentina de Feedlot.
La presencia de un año “Niña”, con menores precipitaciones y la merma en el riesgo de posibles inundaciones en la Cuenca del Salado para la época de la zafra de terneros, hace prever una mayor oferta de terneros, según anticipó el Senasa.
“Eso no significa que se vaya a encerrar más en la zafra ya que gran parte de la oferta iría a la recría a campo que es lo mejor que nos puede pasar ya que eso permitirá terminar la hacienda con más kilaje lo que significa una mayor producción de carne y un incremento del excedente de exportación”, agregó el empresario, en declaraciones al portal de la FIFRA (Federación de la Industria Frigorífica de la República Argentina).
López Da Silva evaluó también los resultados del año que acaba de terminar, al que calificó como “durísimo y muy difícil” porque se trabajó para una rentabilidad magra. En el primer semestre sufrimos la suba del maíz y en el segundo el encarecimiento de la invernada.
“Al quitarse las retenciones al maíz y eliminarse las restricciones al comercio su valor subió mucho, muy encima de Chicago y todavía sigue 10/15% por encima de la referencia de ese mercado. Que el alimento esté tan caro sin lugar a dudas es perjudicial para la actividad, pero así suceden las cosas en nuestro país cuando se producen cambios de escenario tan bruscos”.
“En el último tramo del 2016 se redujo la oferta de invernada lo que elevó sus cotizaciones y a eso hay que agregar que por el efecto del clima y el alargamiento de los procesos de engorde se concentró el grueso de la oferta en los últimos meses lo que deprimió los valores de venta del ganado para faena”, recordó el nutrcionista.
Pese a ello López Da Silva, recordó que para es mejor trabajar con un maíz caro porque “permite que haya más oferta, incentiva al productor a sembrar el cereal. En otras épocas, cuando el mercado estaba intervenido, pasamos años de muy baja oferta. Hay que tener en cuenta que el maíz es la materia prima definitoria en el engorde. Se puede engordar sin maíz pero los resultados no van a ser los mismos”, explicó.
“Los que hicimos inversiones para hacer un uso profesional del alimento valorizamos la disponibilidad de maíz porque su menor presencia en la dieta malogra la calidad del producto carne que mejoró mucho en los últimos años. Recordemos que en los años 90 la carne de feedlot fue muy criticada, pero no tiene nada que ver con la que se produce ahora cuyo sabor mejoró muchísimo gracias al procesamiento de granos, de fibra, la incorporación de forraje de alta calidad y gracias a eso se mantiene la terneza, el sabor y la jugosidad incluso en las categorías de más kilaje”, agregó.
Respecto de las estrategias lo que se buscó fue mejorar la eficiencia productiva sobre todo en los establecimientos que ya tienen años de ajuste y perfeccionamiento en todo lo que tiene que ver con las instalaciones, el mantenimiento, la alimentación, la sanidad, etc. Seguimos buscando la mejora de la eficiencia. Lo que mejora el costo es la reducción del gasto en alimento para producir un kilo de carne. Tengamos en cuenta que las demás variables no las podemos controlar y entre ellas se destacan los costos operativos, la mano de obra, el gasoil.
Ag. de Noticias: Noticias Agropecuarias
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