Las críticas que la Mesa de Enlace renovó el martes contra las Cámaras Arbitrales argumentando falta de transparencia en la Pizarra de soja cayó mal a los directivos bursátiles de Rosario y Buenos Aires.
PROMETEN DEFINICIONES PARA LA PRÓXIMA SEMANA En ambas Cámaras sorprendió el momento elegido para difundir el comunicado para difundir el crítico comunicado ya que están finalizando el debate sectorial para responder a los pedidos de cambio realizados por la Mesa de Enlace.
Es más, la Cámara de Buenos Aires tenía agendada una reunión para el próximo miércoles 13 en la que se esperaba que haya definiciones. Y por el lado de Rosario, donde le están terminando de hacer las consultas a los sectores internos, también espera poder comunicar las definiciones la semana que viene.
La Mesa de Enlace pidió en mayo a las Cámaras que junto con el precio de Pizarra de los granos, se publiquen bandas con los mínimos y máximos negociados en la condición disponible y los montos operados sobre los cuáles se ponderó el valor de Cámara, cambios que –sostienen- le daría más información al productor de lo que realmente pasa en el mercado para poder vender mejor.
Anteanoche, la Mesa de Enalce difundió a la prensa un comunicado en el que dicen «observar con preocupación las operaciones registradas en las pizarras para la soja ya que las mismas se hicieron por volúmenes pequeños, no representativos del mercado (no superan el 10% del total de las operaciones diarias) y a un precio sensiblemente inferior al de las operaciones que se realizan en forma directa».
Fuentes de las entidades rurales dejaron trascender a punto biz que un objetivo de la última comunicación fue apurar las respuestas de las Cámaras ya que temían que demoren más las definiciones.
Pero puede haber tallado otro dato. Al parecer, la Cámara de Bahía Blanca ya habría tomado la decisión de responder negativamente a ambos pedidos y la salida al ruedo de la Mesa de Enlace podría interpretarse como un intento de meter presión para que las Cámaras más importantes (Rosario y Buenos Aires) no sigan ese camino.
En Buenos Aires había una postura dialoguista de tratar de ceder uno de los dos pedidos del agro mientras que en Rosario, donde también se barajó con esa posibilidad, parecen más dispuestos a seguir el libro propio de reformas.
Pero el comunicado encendió los ánimos. Anoche, cuando salió, el propio presidente de la Cámara porteña, Javier Buján, quien hace pocos días llegó de Europa en misión oficial, llamó bastante molesto por teléfono a un importante referente técnico de CRA para quejarse por la decisión de meter presión por los medios, más cuando se están en instancias definitorias y hay buen diálogo entre los camaristas y los sectores de la producción.
Es más, señaló que si desde la producción pensaban que la Pizarra estaba reflejando precios más bajos sus camaristas deberían haberla objetado, pero no lo hicieron. ¿No conocen los productores que hay herramientas para protestar la pizarra cuándo estiman que sus precios no son reales?
Esa observación que hizo Buján bien vale para Rosario. Es que si bien desde CRA y la Sociedad Rural se quejan de la inexactitud de los valores de la Pizarra, por el contrario, sus representantes en las Cámaras no objetan los precios. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué falta valor en los camaristas de la producción? ¿Es desconocimiento? ¿O que las críticas no tiene razón y son maniobras políticas tipo tiro por elevación a otros temas del comercio granario?
Con todo, en Rosario también molestó el comunicado de la Mesa de Enlace. Sus directivos están en la parte final del relevamiento de opiniones aportados por los distintos sectores para expedirse, posiblemente la próxima semana. En paralelo, también avanzan con las rectas propias que vienen implementando para mejorar la representatividad de los valores de Pizarra (ver aparte) argumentando que se basan «en un espíritu muy amplio con la intención de que todos los sectores participen, pero sin que uno esté sobre el otro».
En la Cámara de Rosario se sienten agraviados por este tipo de notas periodísticas, y estiman que además las críticas se hacen desde el desconocimiento de cómo funciona el sistema y no buscan un aporte constructivo.
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