Según un análisis de la Bolsa de Rosario, en la actual coyuntura conviene más alquilar un departamento o comprar una Letra del Tesoro que sembrar soja de primera… Si una hectárea de soja generara 100 dólares, 43 quedarían en manos del Estado, 39 se destinarían a cubrir gastos y los 18 restantes irían a parar al bolsillo del productor.
Ese cálculo fue realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario en su último Informativo Semanal, en el que destaca que el margen neto por hectárea en zona núcleo para soja de primera es de 255 dólares en campo propio; reduciéndose a sólo cinco dólares si las tierras son arrendadas.
Además, calcula que en la actual coyuntura es más conveniente tener un departamento y alquilarlo, o comprar una Letra del Tesoro, que sembrar y cosechar.
Casi la mitad, al Gobierno
El informe elaborado por los economistas Julio Calzada y Sofía Corina toma como base un precio de exportación de 1.394 dólares por hectárea, de los cuales 602 dólares (43 por ciento) son acaparados por alguno de los tres niveles de Gobierno: 418,38 dólares (30 por ciento) por derechos de exportación y 184,35 dólares (13 por ciento) por otros impuestos, como Ganancias, Bienes Personales, Sellos o Inmobiliario Rural.
De los casi 800 dólares restantes, 540,50 serían para pagar costos: compra de insumos, contratación de labores y gastos de cosecha, transporte y comercialización. El saldo de 255,55 dólares es el margen neto que quedaría en el bolsillo del productor.
“Las cifras lucen algo desproporcionadas para el productor que corre con todos los riesgos del negocio. La presión tributaria en soja de primera sigue siendo alta, teniendo en cuenta que es único cultivo que se realiza en ese campo a lo largo del año”, advierten Calzada y Corina.
Alquilando, peor
Según esta estimación, en campo propio, el productor percibiría un margen bruto de 439 dólares por hectárea, pero si tuviera que alquilar pagando 16 quintales de soja por hectárea, sería prácticamente nulo: cinco dólares por hectárea.
“Esto muestra que los números están ‘muy finitos’ para aquel que arrienda en la zona núcleo en soja de primera. Necesariamente se vería obligado a hacer un cultivo de invierno, para luego hacer soja o maíz de segunda. Haciendo solamente soja de primera, prácticamente los números no cierran si hay que alquilar”, evalúan los economistas.
Sembrar, ¿mala opción?
En este marco, los analistas se preguntan: “en materia de rentabilidad, ¿Qué conviene más? ¿Sembrar soja de primera, vender el campo y alquilar departamentos en Rosario o Buenos Aires o comprar letras del tesoro en dólares?”.
La respuesta: “El de menor rentabilidad es sembrar (1,4% por ciento del valor por hectárea de su campo). Alquilar departamentos daría una utilidad neta anual equivalente al 2,3 por ciento del valor del departamento. Y las letras de tesoro en dólares tienen rentabilidades cercanas al 3,45 por ciento anual”.
De todos modos, Calzada y Corina afirman que, a largo plazo, siempre la inversión agrícola es más rentable. Como primera medida, subrayan que las Letes pagan elevadas tasas, ante el fuerte déficit fiscal que tiene el Gobierno y la necesidad de financiamiento. “En una economía estable, en el futuro, la tasa de estos instrumentos de no más de 365 días debería gradualmente ir bajando”, sostienen.
Con respecto a la opción de alquilar departamentos, “hace un año atrás permitía obtener una rentabilidad anual del tres por ciento, que actualmente baja al 2,3 por ciento anual. Incide la devaluación del peso y la imposibilidad de trasladar directamente al valor locativo el efecto de la fuerte inflación anual y la devaluación”.
“El campo emerge como la inversión de menor rentabilidad en estas tres opciones pero de mayor futuro y sustentabilidad hacia los próximos años”, confían los economistas.
Ag. de Noticias: agrovoz
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