La Gloria tiene 27 de 34 profesionales en Primera surgidos de su cantera. Y va por más: este año La Agustina se desbordó de pibes que quieren jugar en Instituto porque da más chances que el resto de los clubes. Sus inferiores, la salvación.
El teléfono de Marcelo Arce no para de sonar… “Tengo un pibe de 15 años, carrilero por izquierda que quedó libre de Boca”. “Hay un chico de Las Varillas que lo dejó libre Vélez y quiere jugar en Instituto”. Y así, miles.
Arce, coordinador de las inferiores de Instituto, lo dice sin vueltas: “Este año La Agustina se nos desbordó de pibes que quieren jugar en el club”.
Este boom es el resultado de una política que aplicó el club en medio de una salvaje crisis económica y financiera que lo llevó a entrar en Convocatoria de Acreedores, con un pasivo cercano a los 60 millones de pesos.
Pero ahí, en la lona misma, a Instituto lo levantaron, como en toda su historia, los jugadores del club. Los que se criaron en las canchas de tierra de La Agustina. Así lo demuestra la realidad del equipo de Primera que conduce Héctor Rivoira: 27 de 34 contratos profesionales son jugadores nacidos y criados en el club. 12 de ellos, nuevos juveniles que se sumaron para conformar el plantel de esta B Nacional 2016.
Así, la idea utópica de tener un 70 por ciento de jugadores propios en el plantel profesional se llevó a cabo. Por urgencia, dirán algunos. Por convicción, dirá la actual Comisión Directiva.
Pero lo cierto es que sucedió. Y así Instituto pudo respirar, lejos de aquella camionada de 12 o 15 refuerzos que llegaban cada año. Se achicó el presupuesto y se potenció lo propio.
“Mucha gente no cree, pero el planteo de esta Comisión que me sedujo a mi y a mucha gente fue lograr que en un término inmediato el 70 por ciento del plantel fuera de jugadores propios. Se está cumpliendo con eso, quizá las urgencias hicieron que se adelantaran los tiempos. Acá hubo un momento clave, ese famoso partido en San Luis por Copa Argentina cuando el club estaba inhibido y jugaron los chicos del club ante Arsenal. Ahí se tomó conciencia, que con chicos que debutaban más Correa, Bernardi y Burzio, que fueron los líderes en ese partido, se podía”, cuenta el propio Arce, que lidera la pata del proyecto que hace foco en La Agustina, el predio que posee el club camino a Jesús María.
“A partir de ahí cada uno de los que fue debutando fue respondiendo y eso terminó acelerando todo. Te puedo asegurar que si vos no tenés los talentos y los recursos y les pesa la posibilidad, es inviable”, se sincera Arce, y agrega: “Primero hay un gran antecedente de jugadores como Dybala, el mismo Wanchope (Ábila) o Silvio Romero, que han pasado en los últimos años por el club y han triunfado en el país y en el exterior. Son jugadores que salieron de acá, de carne y hueso. Y de los 150 equipos profesionales que hay en el país, no tenés ninguno con un 70 por ciento sean jugadores propios. Cuando les das chance y los respaldás, te responden. Instituto le ha dado la chance y respondieron”.
“Esto forma parte de lo que era un proyecto y hoy es una realidad. Cuando nosotros éramos Revolución Albirroja (oposición) la plataforma política tenía la idea de armar todo esto, de jugar con un equipo nacido y criado en La Agustina… Por la situación económica, creíamos que era una forma de sanearlo de manera genuina. Hace dos años nos encontramos con un club muy devastado, con una crisis tremenda, con un plantel con un alto presupuesto y sin capital propio. Nos pusimos de lleno a trabajar en eso y bajamos la idea a La Agustina. Hoy después de dos años los frutos ya se ven”, cuenta por su lado el secretario general del club, Tomás Roqué. Y agrega: “Tenemos un capital importante en cuanto a jugadores y siguen saliendo chicos. Vamos a seguir con la misma tesitura. Tenemos un predio que debe estar entre los 10 mejores del país y sería una lástima no aprovecharlo. El ADN de Instituto es formar y vender jugadores. Inculcamos el sentido de pertenencia. Si el hincha y el socio acompaña, todo será más fácil”.
Especialistas en «salir adelante»
En el 2015, los paros de profesores en La Agustina fueron noticia común. La falta de pago fue un tema que preocupó a jugadores y padres.
Pero aún con problemas de infraestructura y material de trabajo, se siguió laburando. A lo Instituto.
“Todas las dificultades hicieron que nos adiestrarámos, somos especialistas en salir adelante. Eso te lleva a tener una autocrítica permanente y tratar de solucionar las cosas. Ahora creemos que todo está más o menos encaminado. A los técnicos se les debe el aguinaldo de diciembre y el mes de enero que está próximo a saldarse. Además, existía un temor que al subir 12 pibes, dos o tres categorías de Afa se iban a ver afectadas. Uno pensaba que nos íbamos a quedar sin cartas en la manga para próximas convocatorias del técnico de 1ª, pero esto no sucedió”, dice Arce.
Lo que pasó es que para las pruebas de jugadores libres en noviembre llovieron jugadores que querían estar en el club. Y esto siguió pasando en el 2016, con llamados de futbolistas con el pase en su poder que se querían sumar a la institución.
“Hicimos pruebas abiertas en noviembre, teníamos detectados jugadores y también nos llegaron solos. Tenemos una primera local que es para un Argentino B o A, con chicos de Vélez, Argentinos o Tigre que han venido a jugársela acá, como los dos chicos de Talleres (Agustín Fazio y Pablo Cuello). Aquí ven que hay más chances que en otros clubes y apostaron. La vara está alta. Los que vienen ahora tienen que demostrar muchas condiciones”, dice Arce.
“Me gustaría resaltar el trabajo de todos los entrenadores de inferiores, gente altamente capacitada y que no se la nombra mucho. Y también las agallas de un cuerpo técnico que lidera Héctor Rivoira que se ajusta a la realidad del club, se entusiasma, hace debutar a los chicos y les da confianza, además les agrega cosas. Sin eso, sería imposible”.
Roqué también destaca al Chulo, que aceptó quedarse aún en esta realidad del club para darle vida al proyecto de jugadores propios. “Rivoira es clave en este proyecto. Cuando lo fuimos a buscar le fuimos claro. Tenemos un colchón de puntos que ayuda para el proyecto. Es fundamental que esté a la cabeza. Es para destacar a los profes de La Agustina, el coordinador. Nosotros como CD estamos acompañando en eso y tratando de hacer obras en La Agustina, que vendrán a lo largo de este año, como renovación de vestuarios, baños, consultorios médicos, el tema de la pavimentación. Ya se está trabajando en ese tema”.
“La Agustina siempre va a terminar salvando a Instituto. Siempre estuvo la idea, pero había que tomar la decisión y jugársela”, cierra Roqué.
“No hay mejor marketing que este. Que de 34 jugadores en Primera 27 chicos sean propios, y 12 nuevos de las inferiores, llama la atención. Por eso nos llovieron chicos que quieren triunfar acá”, completa Arce.
Este lunes, al repasar el 11 titular de Instituto que saldrá a jugar en Mendoza se verán jugadores como Panichelli, Agüero, Illanes, Maxi Correa, Bernardi, Mateo García y Gotti, por citar algunos, en el 11 titular. Y desde atrás vienen otros tantos como Antonio, Vella o Brian Olivera.
Es el final de una cadena que logró darle aire a un Instituto asfixiado. Así sigue caminando.
La Agustina será la que lo salve. Junto a sus socios. Hoy y siempre.
Boca y River buscan en La Agustina
Llama la atención que dos grandes promesas del club saltaran a los dos clubes más grandes del país: Gonzalo Maroni (enganche que debutó en Primera de 16 años, a Boca) y Lucas Beltrán (delantero de 14 años, a River).
En ambos casos, hubo un monto de dinero que los clubes abonaron a la Gloria y, además, una apuesta a futuro.
Por Maroni, el club sostiene un 10 por ciento de su ficha. Mientras tanto que por Beltrán, hay un convenio con el Millonario por una futura venta.
«Los otros clubes se están fijando también en nuestros jugadores, como el caso de Maroni y Beltrán. Es lo mismo que hace Instituto cuando trae chicos de la Liga Cordobesa. River tiene la posibilidad de vender por 80 millones de pesos. Es otra vidriera. Imaginate si Instituto se hubiera quedado con un porcentaje de Dybala, estaría saneado», explica Arce.
Fuente: Dia a Dia
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