LOS SPURS SIGUEN EN CARRERA GRACIAS AL TALENTO DEL BAHIENSE
El equipo texano, 2-3 abajo en la primera ronda de los play-offs de la NBA, se la juega esta noche en Memphis ante los Grizzlies. Si el argentino, que el miércoles anotó 33 puntos, sigue en forma, hay esperanzas.
«Tuvimos suerte.» Con la misma simpleza con la que se convirtió de nuevo en la pieza clave para el triunfo de San Antonio 110-103 sobre Memphis en suplementario que dejó la serie 2-3, Emanuel Ginóbili se refirió a las razones de un éxito casi milagroso, con dos lanzamientos de larga distancia convertidos con menos de tres segundos para forzar el empate 97-97 en el tiempo regular. Ahora, los Spurs deberán buscar esta noche desde las 22 (televisa ESPN) el triunfo como visitante que les permita llegar al séptimo y decisivo partido en el AT&T Center en la primera ronda de la Conferencia Oeste de la NBA.
No es tenis, pero San Antonio Spurs levantó un auténtico match point. Incluso hubo que recurrir a la versión basquetbolística del Ojo del Halcón para resolver una jugada decisiva. Tras dilapidar una ventaja de quince puntos en el primer tiempo, el equipo de Popovich corrió siempre de atrás hasta ponerse a tres puntos faltando 13 segundos. Un rápido doble de Ginóbili abrió las esperanzas, pero dos tiros libres de Conley dejaron la situación cerca de la hazaña. Tras una salida de costado complicada, el argentino recuperó la pelota, corrió hacia el fondo de la cancha y, desbalanceado y por encima de la marca de Marc Gasol, convirtió el que debía ser el triple del empate, a falta de 2,2 segundos. «Cuando uno intenta ese tipo de lanzamientos y entran es por suerte», aseguró tras el partido.
Sin embargo, a través de las imágenes televisivas y luego de una larga deliberación, los árbitros comprobaron que el bahiense había pisado con la punta de su pie la línea de tres puntos, por lo que el tiro fue convalidado como doble y otra vez la diferencia quedó en un tanto (95-94). Pero tras otros dos libres de Memphis, San Antonio llegó al empate con un triple del novato Gary Neal y forzó el suplementario. «La primera vez que lo vi a Neal falló los 20 tiros que hizo. Juro que es así», reconoció Ginóbili tras la victoria. Ayer confió en el tirador, ya que le pasó la pelota para que efectuara el último lanzamiento.
En el suplementario, San Antonio aprovechó el envión anímico y confirmó la victoria 110-103 para forzar el sexto partido. Ginóbili completó el juego con 33 puntos, 6-9 dobles, 4-9 triples y 9-10 libres, además de entregar seis asistencias, tomar seis rebotes, sufrir seis pérdidas y robar cuatro balones. Otra vez fue el alma de San Antonio y factor clave para evitar la prematura eliminación, a manos del octavo del Oeste. Fue la octava vez en los play-offs que Ginóbili supera los 30 puntos en juego y todas las veces que lo consiguió, San Antonio se quedó con la victoria.
Rudy Tomjanovich, entrenador bicampeón con Houston, patentó una frase que en la NBA suele repetirse en cada temporada en situaciones límite. «Nunca subestimes el corazón de un campeón.» Tras la milagrosa victoria, a Emanuel Ginóbili lo consultaron sobre la sentencia, pero evitó la demagogia. «En este tipo de partidos, cuando estás cerca de la eliminación es posible que saques algo más, que intentes tiros diferentes, pero hoy tengo que decir que ganamos de suerte. Fue suerte y no el corazón del campeón», aseguró el bahiense.
Hasta el momento, San Antonio sólo consiguió extender la serie, pero necesita mejorar mucho para ganarla. En principio, necesita un mayor aporte de Tim Duncan, que está perdiendo el duelo interno con Gasol y Zach Randolph, y que el francés Tony Parker conduzca al equipo como lo hizo en el suplementario, cuando fue clave con su juego.
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