El equipo de Julio Lamas quedó tercero en su zona al perder 79 a 71 frente al equipo europeo, que terminó invicto la primera fase.
Con el objetivo de adquirir la cima del Grupo B y evitar a las potencias en los octavos de final, Argentina y Grecia cerraron la primera ronda del Mundial en Sevilla. El bullicioso público albiceleste hizo sentir el rigor desde que empezaron a sonar los himnos. Sin dudas, Andalucía le brindó un emotivo apoyo al equipo conducido por Julio Lamas.
Más allá del intenso aliento, los sudamericanos comenzaron con el pie derecho, ya que en el primer cuarto los europeos demostraron una gran jerarquía al imponerse por 28 a 16. Sólo por las efectivas intervenciones de Nicolás Laprovítola, Luis Scola y Andrés Nocioni, los argentinos llegaron a ponerse a un triple de diferencia en el segundo parcial, pero los de Fotis Katsikaris solidificaron su defensa y volvieron a sacar una amplia diferencia: 44 a 33. El tanto que anotó Nikos Zisis sobre la chicharra y el desmesurado festejo en el rostro de Facundo Campazzo encendieron la mecha de un encuentro muy caliente. Los empujones y las discusiones que se observaron adentro de la cancha reflejaron el clima del espectáculo.
El amanecer del tercer capítulo fue muy complicado para la Argentina, dado que en un minuto y medio recibió 8 caídas consecutivas. El recambio fue el aspecto que marcó la discrepancia en los antagonistas. Asimismo, el amor propio de Pablo Prigioni fue fundamental para mantener las esperanzas de un elenco que no se daba por vencido. El 64 a 50 comenzaba a oscurecer el destino del espectáculo.
En contra de todos los pronósticos, en el último acto los de Julio Lamas apostaron a los triples de Campazzo y Hermann para recortar la distancia. Ambos consiguieron ubicar a la Argentina a dos puntos de Grecia y la cima del Grupo B volvía a ser posible. Pero la extraordinaria labor de Nicholas Calathes, Ioannis Bourousis y Giorgios Printezis atentaron contra las intenciones sudamericanas y sellaron el definitivo 79 a 71.
Grecia avanzó a los octavos de final de manera invicta y en su próximo compromiso deberán enfrentar a Serbia. En cambio, los argentinos culminaron terceros (detrás de Croacia) y ahora buscarán mezclarse entre los cuatro mejores del certamen frente a Brasil.
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