Los doce equipos participantes mostraron mucho menos de lo que se esperaba, si se tienen en cuenta los nombres con los que cuentan los planteles.
La primera mala imagen la dio el seleccionado argentino en la apertura del certamen contra Bolivia en La Plata. Un plantel tazado en varios cientos millones de Euros. Fue 1 a 1 con mal rendimiento y retribuido con absoluta indeferencia de parte del público que colmó el Único.
Ni Lionel Messi, ni Carlos Tevez, ni Sergio Agüero, a pesar de haber facturado en la red boliviana se salvaron de las críticas de la prensa y la notoria decepción del público local.
Luego fue el turno de Brasil, en el mismo escenario, frente a Venezuela. Con casi medio equipo mundialista y tres integrantes campeones de la Copa Libertadores, se tuvo que conformar con un pobre empate en cero, histórico para la «vinotinto».
Peores aún fueron las imágenes que dejaron los colombianos y los costarricenses en Jujuy y, aún más decepcionante fue lo hecho por Uruguay, cuarto en Sudáfrica 2010 frente a un pobrísimo equipo peruano.
Paraguay, entre los ocho mejores del último Mundial, y Ecuador no salieron del cero y mostraron poco y nada de su verdadero potencial. Chile, frente a la selección sub 22 de México fue el único que insinuó algo de buen juego, aunque lejos de lo que pueden mostrar Alexis Sánchez, Humberto Suazo y compañía.
Tanto mal juego en contraste con tanta expectativa que se había creado alrededor de la Copa América Argentina 2011, hacen del certamen, hasta el momento, un mal sueño.
El miércoles Argentina enfrentará a Colombia. Ambos equipos están capacitados de mostrar mucho más de lo que exhibieron hasta ahora. Reeditarán un viejo clásico continental y, no solamente comenzarán a definir sus pases a cuartos de final, sino que además deberán comenzar a pagar con buen juego y goles las ilusiones que sobre ellos puso el mundo del fútbol.
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