Sin punch. El Pirata no convirtió ante un Atlético con muchos recaudos
Las dos puntas del partido mostraron el reflejo de lo que fue el cotejo. Primer tiempo: 11 minutos, Pereyra le dejó de hacer honor a su apodo e increíblemente trastabilló cuando se aprestaba a definir. Segundo tiempo: 49 minutos, Cuevas quebró la ley del offside pero, al querer bajar la pelota, la tocó con el hombro y diluyó su mano a mano ante el arquero Sara.
Fueron muy claras. Fueron muy desperdiciadas. No fueron las únicas, pero dicen que para muestra basta un botón. Belgrano hizo los méritos necesarios para vencer al puntero. Pero no lo hizo. ¿La razón? Todo lo bueno que creó lo despilfarró por el bajo nivel de definición que tuvo.
El fútbol, ese reino que extirpó la ley del merecimiento, no le dio visa de victoria a la B. El equipo de Zielinski mostró una de sus mejores expresiones de la temporada. Lució bien parado y ordenado, con Vázquez como el emblema de querer, de buscar, de intentar.
El Mundo cada vez habla mejor con su juego y parece adueñarse de un equipo que necesita de ese hombre-brújula. Y el 10 volvió a cumplir. Si algo no se le puede criticar es que la pide siempre y que asume (a veces bien, otras no tanto) el riesgo de llevar adelante la por ahora utópica misión de hacer más protagonista a Belgrano.
Por la derecha, Mansanelli (que entró de última por la ausencia de Farré, quien fue papá) fue el Hacha que todos quieren ver. Por su costado se vio lo mejor del Pirata en desequilibrio y sus corridas siempre generaron buenas sensaciones en los hinchas locales.
Por la izquierda, Etevenaux no mostró el mismo nivel que cuando juega por el otro lado, pero aportó.
La gestación, de 10. La definición, a marzo. El Celeste tuvo cinco opciones claras para abrir el marcador, aunque sólo una en el complemento (la de Cuevas).
La mirada recaerá entonces en Campodónico y Pereyra. El 9 picoteó todo el partido, pero su oficio de goleador sigue alejado del área. El Picante no tuvo su mejor tarde, pero es un hombre que siempre inquietó.
El rival fue simplemente un equipo utilitario. La media inglesa le cabe bien al líder, aunque dejó una imagen bastante por debajo de lo que se esperaba. La Crema no inquietó nunca.
El correr de los minutos fue diluyendo la saludable intención de jugar la pelota que tuvo la B. Los cambios elegidos por Zielinski no dieron resultado y la imagen del Celeste fue perdiendo calidad. Las chances también se van perdiendo. La suma de puntos para la tabla sigue en cuentagotas y, así, no alcanza para llegar al objetivo.
El 1×1 de Belgrano
» Olave (6). Casi no tuvo trabajo. La Crema ni lo inquietó.
» Turús (6). Aportó su entrega y hasta subió por el andarivel.
» Lollo (6). Firme en el fondo. Ganó siempre de arriba.
» Pérez (6). No sabe mucho con la pelota. Pero sí de lucha.
» Tavio (6). No desentonó. Controló a González por su costado.
» Mansanelli (8). El mejor. Qué bueno verlo así. Siempre para adelante, con convicción.
» Rodríguez (5). Equilibrio en el medio; peleado con el balón. Flojito.
» Etevenaux (6). El lado izquierdo no le sienta. Lo suplió con entrega.
» Vázquez (7). El distinto. Siempre la pide. Siempre quiere generar.
» Pereyra (5). Erró un gol increíble y estuvo muy impreciso.
» Campodónico (5). Pivoteó. Pero sigue lejos del área. Es 9, ¿no?
» Andrizzi (3). Fuera de ritmo.
» Cuevas (-). Desperdició una chance clarísima en el final del juego.
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