Boca se adueñó del superclásico del fútbol argentino al ganarle por 2-0 a River Plate.
El triunfo es un empujón anímico para Boca en la recta final del campeonato, pues casi no tiene posibilidades de luchar por el título, pero sí puede buscar una plaza en la próxima Copa Sudamericana, mientras que River sufrió otra derrota que lo vuelve a complicar en la lucha por evitar el descenso.
Martín Palermo se dio el gusto de anotar un tanto en su último superclásico, ya que se retirará al final de este campeonato, y de esta manera llegó a los 234 goles en el club de la camiseta azul y oro, con un total de 304 en primera división.
Después de un comienzo impreciso por parte de ambos conjuntos, River ensayaba un ligero dominio, casi sin llegadas, pero antes de la media hora, y en una ráfaga, Boca sentenció el clásico con más efectividad que justicia.
La apertura llegó a los 27 minutos con un gol en contra del arquero Juan Pablo Carrizo, que tuvo una salida desafortunada en un tiro de esquina y empujó el balón hacia su propia valla, y tres minutos después, tras una serie de rebotes dentro del área visitante, Palermo cabeceó por encima de Carrizo para el 2-0.
En la segunda parte, River tuvo el control del balón casi todo el tiempo, pero Boca se replegó bien, y cuando el ?millonario’ tuvo sus ocasiones chocó contra la seguridad de Cristian Lucchetti, el arquero de Boca.
Ambos conjuntos terminaron el encuentro con diez jugadores por las expulsiones de Clemente Rodríguez, en Boca, y Matías Almeyda, por el lado de River, por mutua agresión.
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