Gracias David, el Orfeo y la gente respondieron a un evento con presencias estelares en la despedida de Nalbandian. David y Nadal cumplieron con la exhibición, en un constante intercambio con el público. El partido, como no podía ser de otra manera lo ganó Nalbandian 6/4 y 7/6 (8/6).
Suele ser muy difícil combinar un partido de tenis con un show, dentro de las características de una exhibición. Sobre todo porque el público debe responder, pero para que ello suceda debe existir el guiño de los protagonistas desde adentro de la cancha. Los cuales, demostraron que a pesar de la intensidad con la que se vivió el partido, aprovecharon los baches necesarios para generar esa interacción.
El comienzo del evento fue luego de los temas del grupo de tango electrónico Las Rositas y a medida que la gente iba ingresando de a poco al coloso cordobés. Cerca de las 22, se anunció el ingreso de Rafael Nadal
-secuencia que los espectadores iban siguiendo mediante pantalla gigante- y el público estalló. El imán del número uno del mundo quedó demostrado una vez más cuando desde el micrófono pidió a la gente que “David tuviera el homenaje que se merecía por su historia”. En ese momento, una Bandera argentina con la leyenda “David #1 del mundo” flameaba en uno de los laterales del estadio, mientras los fanáticos no controlaban la ansiedad para ver a su ídolo.
Fue así como el mallorquín, todo un caballero, cedió su lugar para que el foco estuviera sobre el Rey toda la noche y así fue. Desde el ingreso, raquetero al hombro y con una caminata que parecía pretender eterna, el cordobés llegó hasta la silla y desde allí sentenció: “Fue un día increíble para mí. Gracias a mi Córdoba querida, ustedes saben que siempre estoy”, mientras que en ese momento, la familia del ex top-3 se emocionaba en un palco.
“He podido vivir su carrera, enfrentarme con él en sus mejores momentos… Y no era nada bonito. Hoy (por anoche) ha sido mejor que yo pero el sábado tendré la revancha en Buenos Aires y ahí sí, le voy a ganar. Cuando uno tiene un talento como él, podría jugar siempre pero cada uno debe seguir su vida. Decidió decir adiós y seguro tendrá éxitos en lo que se proponga”. RAFA NADAL
A partir de allí, el match supo transitar por esa delgada línea que divide la exhibición aburrida y sin demasiada intensidad; con el partido encendido y generando el vínculo con la gente. Saque intacto del Rey y derecha profunda, demostrando que el cuerpo pareciera haber estado intacto para la serie con los checos. Del otro lado, un crack, un fenómeno que se brindó en todo momento e hizo levantar a la gente de sus asientos en varias oportunidades.
Un par de drop shot -golpe con marca registrada de Nalbandian-, sumados a la volea exquisita dejando el brazo firme y con la raqueta paralela al piso, motivaron que el propio Nadal fuera víctima de algunos errores no forzados ante la jerarquía del cordobés.
El partido fue una anécdota. Lo ganó David 6/4 y 7/6 (8/6 en tie break).
Fuente: La Mañna
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