¡Baño histórico al Madrid!. 16 años después de la histórica ‘manita’ de 1994, el Barça volvió a golear por 5-0 al Real Madrid. Xavi, Pedro, Villa (2) y Jeffrén fueron los autores de los tantos.
Fue una noche que perdurará para siempre en la memoria de todos los culés. Como la de aquel 8 de enero de 1994, cuando Romário, con tres goles, Koeman e Iván Iglesias destrozaron al Madrid de Jorge Valdano. O la del 2-6 de hace dos temporadas en el Bernabéu. Guardiola continúa aumentando su leyenda. Primero como jugador, y ahora como entrenador, se ha ganado, por méritos propios, el título de ‘bestia negra’ del equipo blanco.
Cantera contra cartera
Si una cosa volvió a quedar clara en el derby es que Barça y Real Madrid son dos mundos opuestos. Por juego, por estilo e incluso por concepción. Son miles las evidencias que lo demuestran. Algunas tan claras como las alineaciones. La del Barça, con ocho futbolistas formados en ‘casa’ (a los que luego se sumarían Bojan y Jeffrén), y la del Madrid, con sólo uno: Iker Casillas. Cantera contra cartera. El once del Madrid, construido a base de talonario: sus once ‘gladiadores’ le costaron al club de Florentino Pérez 300 millones de euros; un escándalo en comparación con los 90 millones del Barça (40 de Villa, 30 de Alves, 15 de Abidal y 5 de Piqué). Sólo por Cristiano Ronaldo, Florentino Pérez ya pagó más: 100 millones. Escandaloso.
Baño de fútbol
Y eso por no hablar del juego. Aunque los resultados de azulgranas y blancos sean equiparables en la Liga -ahora los de Guardiola son líderes por dos puntos-, ahí no hay discusión posible: el fútbol del Barça está a años luz del del Madrid. Su estilo de ataque, espectacular, rápido, de ‘tiqui-taca’, enamora a todo el mundo. El de los de José Mourinho, en cambio, aburre hasta a las ovejas. Su defensa y su contragolpe son descomunales, sí. Posiblemente en eso son los mejores del mundo. Pero cuando esas dos facetas le fallan, sus argumentos se vienen abajo.
Y eso fue lo que le pasó al Madrid este lunes histórico. Ya puede Florentino tirar de talonario para intentar acercarse a su rival. El baño que le dio el Barça fue tan descomunal, tan despiadado, que a muchos les vino a la cabeza la célebre frase del ex presidente blanco Vicente Boluda: el «chorreo» que sufrió su equipo en el Camp Nou fue inapelable.
Xavi y Pedro ponen el 2-0… ¡a los 18 minutos!
No hubo ni un instante de tregua. A los cinco minutos, Leo Messi ya había dado su primer aviso estrellando en el poste una vaselina casi sin ángulo. Si llega a entrar, se hunde el estadio. Y a los 18′, los de Guardiola ya ganaban por 2-0. Como también dijo en su día Bernd Schuster, «no hace falta decir nada más».
El 1-0 llegó en el 10′. Iniesta asistió en profundidad desde la frontal, Marcelo despejó mal en el punto de penalty y Xavi, entrando desde atrás, batió a Casillas elevando el esférico en el área pequeña.
El Madrid intentó reaccionar, y Valdés evitó el empate tras sendos disparos de Di María (12′) y un casi ‘autogol’ de Abidal (14′). Pero no hubo lugar para la alarma, porque sólo fue un espejismo. El canto del cisne madridista.
Pedro puso rápido las cosas en su sitio marcando el segundo. Xavi centró desde la derecha. Villa, ubicado como extremo en la otra banda, superó a Ramos en el área, centró, Casillas llegó a desviar… pero Pedro, solo a puerta vacía, remachó a puerta vacía (2-0, 18′). ¡Y aún quedaba todo el partido por delante!.
Cristiano Ronaldo provoca empujando a Guardiola
El Madrid intentó frenar el ciclón azulgrana llevando el partido a su terreno. A falta de fútbol, recurrió a otra de las grandes bazas de Mourinho: la provocación. Cristiano Ronaldo empujó a Guardiola en un lance porque el técnico culé no le dio el balón en un saque de banda. Y se armó una tangana. Iniesta se encaró con él, Valdés estuvo a punto de llegar a las manos con el luso… e Iturralde zanjó el incidente sacándole una amarilla a ambos.
El Barça cayó en la trampa. El incidente le descentró, y ello permitió al Madrid sobrevivir hasta el descanso. Cristiano Ronaldo, incluso, dio por primera -y última- vez señales de vida: un lanzamiento de falta que salió rozando el poste (35′). Ahí se acabó su triste bagaje. Una vez más, el portugués, viva imagen de la impotencia blanca, se quedó sin marcarle un gol al Barça…
A Mourinho ni siquiera le quedó la excusa del arbitraje. Porque el de Iturralde, más que correcto, perjudicó en ocasiones al Barça. Al filo del descanso, el colegiado vasco saldó un codazo de Carvalho a Messi con una cartulina amarilla al argentino, supuestamente por fingir.
Villa se desquita con dos goles
La segunda mitad fue el desmelene para todos los culés. El rondo del Barça fue inacabable, y el Madrid, a remolque, completamente rendido, ya no sabía que hacer para acabar con su pesadilla. Parecía un partido de niños contra adultos. En el 47′, Casillas salvó a los suyos en una doble ocasión de Messi y Villa; en la jugada siguiente, el árbitro anuló un gol al ’10’ del Barça por una falta previa de Pedro. Y en el 51′, Xavi envió fuera una asistencia de Messi.
Fue el preludio de lo que le esperaba al Madrid, porque aún no había empezado el festival de Villa. El asturiano se desquitó de su sequía goleadora marcando dos goles. Y ambos a pase de su ‘socio’ Leo Messi. El 3-0, en el 55′. Y el 4-0, en el 57′. Dos acciones casi calcadas en las que superó a Valdés en el mano a mano.
Con 4-0 en el marcador, el Camp Nou se recreó. Y la víctima favorita de la afición local, cómo no, fue José Mourinho. El luso, protagonista en pancartas como la que decía «Hoy, mañana y siempre, Mourinho traductor», tuvo que escuchar luego cánticos como el clásico «Vete al teatro, Mourinho, vete al teatro», o el novedoso «Sal del banquillo, Mourinho sal del banquillo». La fiesta la cerró Jeffrén marcando el 5-0 con el tiempo casi cumplido. La imagen de Sergio Ramos, expulsado por una brutal entrada a Messi en el descuento, fue el fiel reflejo de la impotencia ‘merengue’. El Barça está a años luz… y ya es líder de la Liga.
Fuente: Sport.es
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