El 9 pidió el penal y le dio el triunfo a la Gloria en una semana donde se habló muchísimo de su pase. «Ni lo dudé», dijo Paulo. Instintuto 1 Gimnasia de Jujuy 0. Y ésta puntero
El equipo de Darío Franco se impuso por la mínima ante el Gimnasia jujeño en Alta Córdoba y volvió a la cima del torneo. En los grandes equipos, a la hora de las ponderaciones individuales, por lo general a los honores se los llevan los jugadores talentosos, desequilibrantes, los que, en definitiva, hacen delirar a los hinchas en ese momento mágico cuando el balón se encuentra con la red y todos gritan gol.
Sin la posesión del balón que lo caracteriza, a Instituto se le presentó un partido adverso ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Instituto tiene de esos y hoy puede disfrutar de mirar a todos desde arriba en la Primera B Nacional –hoy puede ser superado por River–, pero también necesita de los encargados de evitarlos y de muchos héroes silenciosos. Y en ese ítem, ayer se anotan las figuras de Instituto, en el triunfazo por 1-0 sobre Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
En la seguridad de Julio Chiarini, la Gloria encontró la tranquilidad para construir una victoria en un partido que nació, transitó y terminó con complicaciones.
Sin embargo, la paciencia para distribuir la pelota cuando la tuvo le permitió a la Gloria estar arriba en el marcador. A los 46 minutos de la primara parte, luego de una serie de pases, el árbitro cobró penal en el área jujeña a raíz de la mano de Ramasco que el «chico del momento», Paulo Dybala, cambió por gol.
En el complemento, Instituto tuvo bastantes dificultades para poder desarrollar su juego, y más cuando ingresó Jorge Luna en el equipo jujeño. No obstante, la muy buena labor de Ezequiel Videla y Osvaldo Barsottini hicieron que los de Darío Franco pudieran aguantar la victoria.
La Gloria se llevó un triunfo trabajado y sufrido, quedando transitoriamente como líder del torneo de la B Nacional, dos puntos arriba de River.
Y para ganarlo, Instituto contó con la cuota goleadora de Paulo Dybala. El chico de 17 años no hizo un gol de tiro libre, como había imaginado en la previa, pero sí lo hizo de penal. Ejecutó con una frialdad inusual para alguien de su edad. La misma cabeza fría que le permite abstraerse de los millones que se suman y se restan en torno a él.
Así, de un extremo al otro, de la figura de Chiarini al gol de Dybala, la Gloria construyó un triunfo de arco a arco.
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