Messi, la leyenda continúa, Lionel metió un golazo y Barcelona le ganó 1-0 al Atlético de Madrid. De esta forma, el equipo catalán salió campeón de la Liga de España en la penúltima fecha.
Lionel Messi está sentado en el banco de suplentes. Su rostro demuestra la incomodidad del que ocupa un lugar que le es prácticamente desconocido.
Pero en sus ojos se esconde algo más: hay malestar en su mirada. Cabizbajo, con rostro parco, charla con Neymar, que llamativamente también ocupa un asiento entre los relevos en el primer partido del año de Barcelona, como visitante contra Real Sociedad.
Es 4 de enero y, por ese entonces, nadie sabe que un par de días antes el Diez había protagonizado una fuerte discusión con Luis Enrique durante un entrenamiento.
La bomba estalla tras la derrota 1-0 en Anoeta, que dejaba al equipo catalán un punto por detrás de un Real Madrid imparable, que sumaba 22 victorias en fila, tenía un partido menos y acababa de consagrarse campeón del mundo.
El rosarino no se presenta a entrenar al día siguiente del encuentro, en una práctica que era abierta al público, y en la que obviamente debía ser la atracción principal.
Los rumores surgen de inmediato: es Messi o el entrenador. Por primera vez en los 15 años que lleva en el club (diez de los cuales los pasó como integrante estable del primer equipo), parece asomar una posibilidad realmente concreta de que la Pulga abandone el Barça.
En Inglaterra llegan a asegurar que Chelsea está en condiciones de pagar los 250 millones de euros que cuesta su cláusula de rescisión.
Entonces, el Camp Nou habla.
Tres días después de la derrota en Anoeta, el conjunto blaugrana juega contra Elche de local por la Copa del Rey y el público ovaciona a Leo durante todo el encuentro.
El rosarino devuelve el cariño con un gol en el 5-0 y, el fin de semana siguiente, convierte uno en el 3-1 sobre un Atlético de Madrid que la temporada anterior lo había sacado de la Champions League y le había robado el título de la Liga.
Por la noche, habla en el canal de TV oficial del club y desmiente cualquier rumor de peleas y partidas: “Que no nos tiren mierda desde afuera porque lo que necesitamos es unidad y tranquilidad para seguir adelante.” La máquina ya encontró el combustible que necesitaba para volver a arrancar. Y al día siguiente, como si faltara algo para que la sed de revancha desbordara, Cristiano Ronaldo le gana el Balón de Oro por segundo año consecutivo.
Ya nadie podrá pararlo. En cuatro meses, Messi convierte 31 goles y su nivel hace recordar al de 2011, el año en que rompió todas las marcas.
Su juego termina de ensamblarse con el de Neymar y Luis Suárez para liderar la mejor delantera del planeta. Las victorias empiezan a acumularse.
Llegan a ser 21 de forma consecutiva, con el Diez siempre como protagonista destacado: cuando no la mete, asiste. O las dos cosas. Los rivales caen como muñecos. Real Madrid titubea y la punta vuelve a ser catalana.
La Copa del Rey es un paseo. En la Champions, falla un penal que hubiera definido los octavos en la ida contra Manchester City y lo compensa con un partido memorable en la vuelta. Vuelve a romperla en casa contra Paris Saint-Germain en cuartos. Y le rompe la cadera a Boateng en las semis contra el Bayern Munich de un Josep Guardiola que había anticipado lo que le sucedería.
La Triple Corona le queda al alcance de la mano al Blaugrana y al rosarino. El primer paso es la Liga: había que ganarle a Atlético de Madrid o esperar que el Real no gane. El Merengue se pone arriba.
Tal vez le avisen, tal vez no. Pero, un instante después del gol de Cristiano Ronaldo, aparece: tira la pared con Pedro y define al segundo palo. Barcelona es el campeón. Y Messi es el más campeón de todos.
Con el título llega a 23 en su carrera y queda a solamente dos de alcanzar al argentino más ganador de la historia, Alfredo Di Stefano. Tal vez, el 4 de julio, en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, la cuenta al Diez le dé 26.
54 goles hizo la Pulga en esta temporada, en 54 partidos.
41 goles lleva Messi en la actual Liga española.
23 títulos ganó Messi en su carrera. Dos con Argentina.
Década ganada
Con Messi, el Barça ganó 21 títulos en 10 años. Más del doble que el Real.
Fuente: Tiempo Argentino
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