Lo que dijo el DT de San Martín de Burzaco sobre la muerte de Emanuel Ortega. El cordobés Cristian Ferlauto dirige a San Martín de Burzaco. Contó que el plantel vuelve a entrenar este martes y que tendrá asistencia psicológica. Considera que la jugada fatal fue “una desgracia”.
Dentro de un mes o poco tiempo más, San Martín de Burzaco inaugurará una platea en su estadio y llevará el nombre de Emanuel Ortega, el jujeño de apenas 21 años que jugó un partido entre la vida y la muerte durante 11 días, tras sufrir un golpe en la cabeza que le provocó fractura de cráneo. Y que se fue el pasado jueves, causando dolor en el mundo del fútbol.
El plantel de San Martín, con sus compañeros, retomará las prácticas este martes y lo hará con la asistencia de un psicólogo deportivo por iniciativa de Futbolistas Argentinos Agremiados.
Porque se sienten golpeados, con las huellas de la pérdida irreparable. Pero dentro de un mes o poco tiempo más, la platea del estadio llevará el nombre de Emanuel y su familia estará presente.
Y su papá, Manolo, habló con ellos en Jujuy y les pidió que en recuerdo de su hijo se pusieran de pie y siguieran adelante.
Así lo testimonió Cristian Ferlauto, el ex arquero cordobés (surgido en La Palmas) que ahora es técnico de San Martín, que acompañó los restos de Ortega para su sepultura en Jujuy y que todavía no puede creer lo que sucedió. “Sigue siendo inentendible. Perdimos a una persona maravillosa, tan respetuosa, tan buen pibe. La sensación es de impotencia”, graficó en la entrevista conDía a Día.
–¿Cómo fue la despedida de la familia en su Perico natal?
–Emanuel era muy querido. La familia es muy humilde, son conocidos por todos. El papá Manolo y la mamá Mabel están golpeados, porque nadie está preparado para la pérdida de un hijo. Y sin embargo, ellos nos dieron fuerzas a nosotros. A la gente del club, a los compañeros del equipo…
–¿Encontraron respaldo en las autoridades del fútbol?
–Si de algo no nos podemos quejar es del apoyo permanente de la AFA, que trasladó de inmediato a Emanuel cuando estaba internado, al sanatorio Trinidad Mitre, que es de alta complejidad. (Luis) Segura llamó todo el tiempo por teléfono, estuvo muy pendiente y asistió a la misa en la despedida en Buenos Aires. Y en Agremiados, Sergio Marchi se puso a disposición en todo momento. La familia de Emanuel es muy humilde. Mabel se enteró viendo el noticiero lo que le pasó a su hijo, juntaron el dinero y viajaron. Ema tenía cinco hermanas, todos más grandes que él. En Buenos Aires, Agremiados le consiguió hotel para su estadía. El presidente de Banfield (Eduardo Spinosa) también acompañó siempre, viajó a Jujuy y le dijo a la familia que le pagaría todo el contrato, que Emanuel había firmado por primera vez en enero. Ema no estaba casado ni en pareja, vivía con un compañero que conocía de Banfield, en Monte Grande, a 15 minutos de nuestra cancha.
–¿La muerte te sorprendió como a todos, o tenías fe en su recuperación?
–Sí, porque aunque los médicos nos dijeron que estaba complicado, era un pibe de 21 años, con mucha fuerza. Ni por cerca pasé por una situación similar, es muy duro. Pienso en la fatalidad, en que si se hubiera quedado entrenando en Banfield no le hubiera pasado esto. Quería jugar, tener continuidad y por eso llegó hace tres meses a San Martín, a préstamo hasta fin de año y por un convenio con Banfield.
–En tu opinión ¿hubo mala intención en la jugada en la que Ortega terminó golpeado?
–No creo que haya habido mala intención, fue una situación de juego. Desafortunada. El papá de Emanuel me dijo que para él, ni siquiera había sido falta. Emanuel era un jugador con mentalidad de primera. En lugar de dejarla salir, quería evitar el lateral y salir rápido con un pase.
–¿Hablaste con Valenzuela, el jugador que chocó con Ortega?
–Sí, también está muy golpeado. Creo que necesitará tratamiento psicológico. No conozco a Alexis, pero me dijeron que es buen pibe. Si no llamó o no se arrimó al sanatorio es porque temía una reacción de la gente. Cuando Emanuel falleció, le envié un mensaje y le dije que imaginaba su dolor y que consideraba que no había tenido nada que ver. Y la gente de su club, Juventud Unida, estuvo muy pendiente. Al velorio fueron el presidente y el director técnico del equipo.
–Valenzuela dijo que los compañeros de Emanuel lo trataron de mala leche…
–Fue la reacción lógica, en medio de las pulsaciones que tiene un partido. Después, con todo más en frío hablé con mis jugadores y estuvimos de acuerdo en que fue una situación de juego. Fue una desgracia.
Fuente: Dia a Dia
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