LA POLEMICA SOBRE LA MANERA EN QUE SE QUISO JUGAR EL PARTIDO. La muerte del hincha de San Lorenzo Ramón Aramayo desató la polémica en torno de la concurrencia del público visitante en partidos de alto riesgo.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue más audaz. «En el caso de Vélez-San Lorenzo, debería jugarse en canchas neutrales y sin hinchas, ya que han demostrado que tienen una vocación enorme de que las cosas no salgan bien. Seguir arriesgando no tiene sentido», consideró.
La resistencia a adoptar una medida que ya se aplica en las divisiones de ascenso encontró al vocal de San Lorenzo y abogado penalista Roberto Ribas como defensor. «Con ese criterio, lo mejor que podemos hacer para que no haya robos de autos es dejar de andar en auto –señaló–. Son 45 los que arman lío. La mayoría de la gente no se mete.»
A pesar de las diferencias, las opiniones coincidieron a la hora de responsabilizar a la policía por los episodios. Después de afirmar que su club no tuvo «nada que ver en los incidentes», el presidente de San Lorenzo, Carlos Abdo, desligó a los hinchas de su club de la responsabilidad en los incidentes. «La muerte del hincha no se debió a un enfrentamiento, sino a un accionar policial que la Justicia estará investigando», señaló. Fernández sugirió que «si la negligencia es policial, hay que investigar y sancionar a los responsables». Además, alentó a la ministra de Seguridad, Nilda Garré: «Quisiera que pueda trabajar con las manos libres y a fondo para poder saber exactamente qué sucedió».
Otro que cayó bajo la andanada de críticas fue Juan Carlos Blanco, titular del organismo de seguridad deportivo (Subsef), por no haber frenado la iniciativa de los clubes para que el partido se jugara con público visitante, lo que en su momento estuvo determinado. Fuentes gubernamentales acusan al reemplazante de Pablo Paladino de haber cedido.
El vicepresidente 2º de Vélez, Julio Baldomar, admitió ayer que su club incurrió en un error: «Dados los antecedentes, el partido tendría que haberse jugado sin hinchas visitantes, pero adherimos a un pedido de la dirigencia de San Lorenzo, que argumentó que se trataba de una nueva gestión y que se tendría que dar esa oportunidad».
En cambio, Abdo consideró que ambos clubes carecen de responsabilidad: «Nosotros hicimos todo lo posible para que esto no ocurriera. Si la gente encargada de la seguridad no hace el cacheo correspondiente o no se evita que haya problemas en los alrededores del estadio, no es culpa ni de Vélez ni de San Lorenzo».
En el Ministerio de Seguridad no cayó bien que la AFA decidiera por su cuenta la posibilidad de hacer jugar el partido a puertas cerradas. «Hay un comité de seguridad con participación del Estado y tendrán que darle participación», aseguraron.
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