Instituto ganaba en Mendoza y era único líder, pero el Lobo lo empató en el final por la ejecución de Albornoz.
Una cosa de locos. Una verdadera pena para Instituto. La Gloria dio vuelta un partido muy complicado, que le había sido esquivo, pero en el final se topó con un empate agónico e inesperado de Gimnasia de Mendoza, a través de la pena máxima ejecutada por Albornoz. La bronca y decepción de todo el equipo cordobés fue porque ganando era el único líder de la B Nacional, y se mancó en el final.
La lluvia puso su granito de arena en un encuentro muy bien jugado. En ese terreno, el Lobo se movió mejor en el agua con una gran superioridad sobre La Gloria. Al punto que después de un tiro pifiado de Damián Akerman, Nery Espinoza entró vacío por el sector izquierdo y la empujó para ponerse arriba en el marcador. A partir de ahí, el local justificó la ventaja con un buen partido del autor del 1-0, pero también con la férrea defensa de Albornoz en el fondo.
Pero en el complemento, Instituto mutó totalmente. Carlos Mazzola quemó las naves con el ingreso de Mariano Guerreiro, quien fue determinante para la levantada de La Gloria. Es que el ex Argentinos aprovechó un yerro de Marín para que le cometieran infracción. De ese tiro libre vino el precioso derechazo que Bernardi colgó del ángulo derecho de Alasia, y a otra cosa. Ah, encima los cordobeses no se conformaron con eso. A pesar de no mostrar un juego vistoso, la visita se puso en ventaja con un cabezazo tremendo de Guerreiro. Y cuando parecía que la punta era de Instituto, Gimnasia encontró el 2-2 por Albornoz. Y sí, una penal.
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