Goleó La Agustina. Con tantos de Soda (dos), Vella y Mateo García, la Glo bailó a All Boys y sigue dando batalla en la B Nacional. Fue una fiesta.
Todo lo que vale la pena en la vida viene desde abajo. Absolutamente todas las cosas que se disfrutan con el corazón nacen de allá abajo. Lo que viene de arriba hace mal. Porque no te deja ver el valor real del sacrificio, del esfuerzo. De los que transpiran realmente la vida para conseguir sus logros.
En Instituto lo saben bien. Y ante todo porque hace un par de años un señor que vino desde afuera dejó una frase que fue un puñal en el pecho para la gente que la rema lunes a lunes en La Agustina. “Miro para abajo y no veo nada”, dijo, con su tono de señor inglés.
Pero, se ve que abajo realmente algo había. Sino pregúntele a los pibitos esos de la pensión que saltaron y lloraron cantando las canciones de cancha cuando, hace unos días, la Gloria le ganaba 1-0 a Talleres en el Kempes.
En esos pibes y en ese video que anduvo dando vueltas por las redes está el real significado de lo que es Instituto.
¿Qué es Instituto? Instituto es venir de abajo, señores. Instituto es no tener un mango y que los acreedores estén golpeando las puertas cuando se enteran que entraron unas monedas. Instituto es la asfixia permanente de un club que tiene que cargar aún con años y años de malos manejos de esos que no supieron mirar para abajo.
Este domingo, un grito enorgulleció a un barrio que sabe bien lo que es edificarse desde la nada misma.
“Vamos los pibes, la puta que los parió”, se sintió desde los cuatro costados de una cancha que le solicitó a los memoriosos que recordaran cuánto hacía que en Instituto no se gritaban “oles” cuando la pelota iba de acá para allá y el equipo ganaba con comodidad.
Así, Instituto se recordó así mismo que debe tomar esta lección como una máxima para poder seguir subsistiendo: son estos chicos, los que vienen de abajo, los que te salvarán, Gloria.
El Albirrojo goleó 4-1 a All Boys en un cotejo válido por la 8ª fecha de la B Nacional y de la mano del Chulo Rivoira, el que se animó a poner a estos pibes aún a riesgo de poner en jaque su idolatría, sigue con expectativas.
Y lo logró porque 7 de 11 de sus jugadores titulares anoche son pibes que mamaron el gen La Agustina (14 de 18 del total de los citados). Que corrieron en ese predio hasta que se hace de noche y ya no pasan ni los colectivos en barrio Jorge Newbery.
Es el ADN de los Illanes y su joven veteranía, de los Correa y su corazón de guerrero, de los Endrizzi que se cagaron de hambre más de una vez en la pensión, de los Mateo García y su talento que encandila. O Vella, que encara hasta a sus propios compañeros. Y también de otros pibes resistidos como Soda o Mainero que logran ser aplaudidos.
A ninguno de estos chicos les regalaron algo en esta carrera. Es más, a la gran mayoría les pusieron cientos de piedras en el camino. Pero, acá están. Les tiraron la gloriosa camiseta cuando las papas quemaban y se la pusieron con hombría, valentía y calidad.
Porque Instituto es esto. Animársele a los poderosos con un billete de dos pesos y el corazón. Y tocarle el culo cuando nadie lo espera. Porque la Gloria es venir de abajo y llegar bien arriba, hermano. Eso es la Gloria.
Son 11 puntos. El Albirrojo está octavo, con 11 puntos en 8 fechas. Ganó tres partidos, empató 2 y perdió tres. A 7 de Talleres, el líder.
Fuente: Dia a Dia
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