Los Vikingos vencieron a Kosovo e hicieron historia: participarán por primera vez de una Copa del Mundo. También entró en el Libro Guinness de los Récords, ya que hasta ahora jamás un representante de un país con menos de 1.000.000 de habitantes había jugado un Mundial.
Liderado por un gran Gylfi Sigurdsson, que abrió el marcador para los locales a los 40 minutos, y asistió a Johann Gudmundsson para establecer el definitivo 2-0 a los 68, el conjunto islandés culminó con su billete para Rusia una de las historias más sorprendentes del futbol.
En las eliminatorias pasadas, Islandia había quedado fuera en la repesca ante Croacia, pero esta vez no se le podía escapar ante el rival más débil de la zona.
En el otro encuentro del grupo, Croacia le ganó el duelo directo a Ucrania en Kiev y se garantizó su plaza en la repesca. Andrej Kramaric, con un doblete, le dio la victoria a los croatas, que quedaron segundos con 20 unidades, mientras que los ucranianos finalizaron terceros con 17 puntos.
El seleccionado islandés realizo una gran campaña tras ganar 7 de 10 encuentros, empatando uno y apenas perdiendo dos para sumar 22 puntos, dos por encima de Croacia. Islandia solo tiene 338 mil habitantes.
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