Lema Quiero llegar a la NBA; aunque es más fácil ir a la luna… Tiene 18 años y un futuro enorme. Lleva cinco partidos en el Griego y en el inicio de la Liga Nacional despertó elogios hasta de los rivales.
“Quiero llegar a la NBA”, dijo el alero… Representa la bocanada de aire fresco en medio del sofocón. Leonardo Lema, nacido hace 18 años en General Pico, La Pampa, es el responsable de las pocas sonrisas que aparecen por estos días en Atenas.
El nombre del pibe, que sólo había disputado unos pocos minutos en tres partidos de la temporada pasada, aparecía en la previa como uno más de los juveniles que completan la lista de buena fe de los griegos para la Liga Nacional.
Sin embargo, en el arranque mismo de la competencia, Leonardo tuvo mucho más participación de la prevista y sorprendió por su atrevimiento. Tras una muy buena presentación ante Olímpico, en la que jugó 17 minutos, hizo cuatro puntos y metió dos tapas, ratificó su buena imagen ante Quimsa con 19 minutos, dos puntos y una tapa estilo NBA ante el potente Robert Battle. “Fue muy festejada e incluso el otro norteamericano (Tristan Spurlock) me dio la mano y me dijo ‘good block’ (buen bloqueo). Después también me felicitó el técnico Silvio Santander”, contó el alero, de 2,01 metros (“con zapatillas”).
Surgido en Independiente de su ciudad natal, adonde se acercó a jugar después de un breve paso como rugbier, Lema llegó a Atenas el año pasado y actualmente vive en la pensión del club.
“Vine a una prueba, me vio Mauricio Ronzoni y me dijo que me quedara. Mi entrenador de La Pampa, Marcos Fernández, tenía un contacto acá y consiguió que me probaran. También ayudó mi representante Pablo Wendebourg (exjugador de Asociación Española y Pico FC). No tengo salario, pero recibo una beca y voy a la escuela en Formando en el Ring (un programa provincial del Ministerio de Desarrollo Social y la Agencia Córdoba Deportes para deportistas)”, contó el juvenil, que esta noche estará en la visita de Atenas a Echagüe de Paraná.
–Jugaste los amistosos y en estos primeros partidos el técnico Adrián Capelli te dio muchos minutos y en momentos calientes. ¿Los esperabas?
–No pensaba tener tanto protagonismo en el inicio de la Liga. Sabía que iba a tener algunos minutos para darle descanso a Pete (Mickeal) y mi objetivo era tratar de aprovecharlo y dejar lo mejor de mí. Por suerte, me salieron bien las cosas y pude estar más tiempo en cancha.
Vertiginoso crecimiento
De aquellos inicios en Independiente, a este despegue en Atenas pasó muy poco tiempo. En el medio, incluso, hubo un primer llamado a la selección Sub 18 para la Copa de las Américas que se jugó en julio, en Valdivia (Chile). “Allí usé la ‘5’ porque mi ídolo es Emanuel Ginóbili”, contó.
–¿Con qué sueños viniste?
–Mi meta era mejorar y tenía a la Liga como algo para más adelante. Sabía que era un club muy grande y que podía aprender muchas cosas. Todo fue demasiado rápido. Cuando llegué, tenía 16 años y el club estaba en playoffs con Quimsa. En la temporada siguiente, con 17, estuve haciendo la pretemporada y enseguida me dijeron que podía equiparme en algunos partidos y que iba a tener la camiseta con mi nombre. Mi primer viaje fue a Junín y Bahía, una experiencia bárbara.
–¿Tu meta como jugador?
–Jugar en la NBA, que es lo que sueña todo chico. Pero es muy duro, creo que es más fácil un viaje a la Luna. Todo esto es muy lindo y no pensé que me iba a pasar en tan poco tiempo por más que es lo que vine a buscar.
–Tu buen momento contrasta con el del equipo. ¿Cómo vivís este presente?
–Tuvimos pocos entrenamientos con el equipo completo y eso nos jugó en contra. Pero ni hablar que tiene material humano para levantar. Tenemos jugadores con mucha experiencia, muy buenos, y vamos a salir adelante.
Ag. de Noticias: Mundo D
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