A Belgrano se lo cantó Riverito.No pudo. La B perdió 2-1 con Rosario Central. Rivero lo vacunó dos veces y descontó Vázquez
Los piratones que miraban el partido por la tele estamparon la birra contra el piso casi con la misma potencia que la pelota rebotó en el palo izquierdo del arquero Broun tras el remate de Franco Vázquez.
Poco después, los grones saltaron y desparramaron toda la picada cuando Héctor Cuevas metió el último cabezazo de la tarde rosarina que terminó arriba del travesaño local.
Belgrano terminó su incursión en tierras canallas sin ningún premio. No fue menos que el necesitadísimo Rosario Central, pero de poco sirve eso cuando se mira la tabla de posiciones y nuevamente queda relegado.
La B tuvo pasajes de buen juego, de presión asfixiante. Pero no le alcanzó. Se volvió a la Docta con derrota 2-1 en lo que fue la primera caída del ciclo Ricardo Zielinski.
Martín Rivero (al igual que en la primera ronda) fue el hombre que cantó los dos tantos del local, mientras que Vázquez fue el encargado de darle esperanza al Pirata con el descuento.
Parejo. Fueron 13 segundos los que tardó Belgrano en planteársele cara a cara a Central. En ese comienzo de partido, Vázquez encaró, eliminó un par de rivales y su remate se fue arriba del travesaño. Después, a los 5, Broun le confiscó el grito a Maldonado tras un preciso tiro libre que el 1 desvió al córner.
El argumento del Pirata era simple: presionar al rival, intentar atacarlo a través de Vázquez y Maldonado y no desacomodarse defensivamente.
Los primeros dos puntos los cumplió casi a la perfección en el primer cuarto de hora, pero después no lastimó.
Central, por su parte, atacaba tímidamente a partir de centros para que Toledo luche contra todo el que se le puso en frente. El primer gol llegó tras un pase de Méndez a Chitzoff, centro y cabezazo de Rivero para el 1-0, a los 34.
No le alcanzó. Para el complemento, el DT decidió cambiar el sistema y jugar con un 3-4-1-2. La intención fue clara: sumar gente en ofensiva en busca de la igualdad.
Sin embargo, en esta oportunidad, Belgrano tuvo ausentes a Mariano Campodónico y César Pereyra, quienes jamás inquietaron a los auriazules.
En medio de esa búsqueda por encontrar espacios, fue Central el que los supo aprovechar. El segundo gol llegó: córner para Belgrano, lo agarran y derriban a Lollo en el área, la pelota es devuelta por la defensa rosarina y Méndez encabezó una contra que finalizó con la definición cruzada nuevamente de Rivero, a los 6.
El partido se había hecho cuesta arriba para el Pirata y, sin ser mucho más, Central lo había derribado.
Sin embargo, la B se puso de pie y fue en busca de revertir la situación. Pereyra estuvo cerca a los 11 y, dos minutos después, el Mudo Vázquez le metió un sablazo de afuera del área para meter el descuento. Ahora era 2-1 y todavía quedaba tiempo para más.
No obstante, y más allá de que tuvo sus buenas chances, los del Ruso no lograron ser lo contundente que se necesitó. En los últimos 10 minutos, Belgrano arrinconó a Central y le mostró los dientes un par de veces.
En una de ellas, Vázquez ingresó por derecha, remató de zurda y la bocha rebotó en el poste de Broun mientras Etevenaux y Cuevas le reclamaban pase atrás.
Después de esa jugada llegaron dos más con el Tanque como protagonista. En la primera, remató débil de derecha y, en la segunda, su cabezazo se fue por arriba.
Así, se desmoronó la ilusión celeste. Riverito ya se lo había cantado dos veces. Le había dicho que en tierras de canallas, el Pirata no iba a poder llevarse los tesoros.
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El Ruso se la jugó con otro dibujo
La idea futbolística de Ricardo Zielinski es la de jugar con el sistema 4-3-1-2. Así jugó el Celeste el gran partido ante San Martín de Tucumán y arrancó anoche ante Rosario Central. Sin embargo, durante la semana, el entrenador había ensayado con otro dibujo y había avisado: «Sólo si la necesidad lo requiere en algunos partidos».
Y ayer, sintió que era necesario cambiar para empezar a jugar con el esquema 3-4-1-2. Lo hizo desde el comienzo del segundo tiempo, aunque no hubo muchos cambios positivos con esta nueva forma. De todas maneras, también había jugado de esta manera en el segundo tiempo en el que dio vuelta el marcador ante Patronato y, aquella vez, se había destacado el gran cambio que había evidenciado la formación.
En esta oportunidad, Zielinski colocó a Luciano Lollo como segundo volante central (tal como lo había utilizado en su momento Mario Gómez cuando era DT pirata) junto con Guillermo Farré. Después, Lucho fue reemplazado por César Mansanelli. En defensa, el equipo sufrió algunas descompensaciones y la línea de tres conformada por Turus como líbero, Pérez y Tavio como stoppers no pudieron ser lo firmes que se necesitó.
De todas maneras, bien valió el intentó del entrenador de cambiar y buscar respuestas en un partido complicado.
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