SE REALIZABAN ESTA MADRUGADA LOS ENSAYOS PARA EL GP DE AUSTRALIA
La máxima categoría iniciará su campeonato del mundo luego de cuatro meses y después de la suspensión de la carrera en Bahrein. «La meta es seguir aprovechando el impulso que conseguimos anteriormente», dijo Vettel, actual campeón.
Con dos semanas de retraso por la cancelación del Gran Premio de Bahrein y más de cuatro meses después del final de la pasada temporada, los motores de la Fórmula 1 se encienden finalmente en Australia, donde el domingo comenzará todo. Los perseguidores ya se colocan en formación y el campeón del mundo, el alemán Sebastian Vettel, el rival a batir, quiere volver a la senda del triunfo, la misma que tomó en noviembre en Abu Dabi. En la madrugada argentina, ya comenzaban los primeros ensayos de cara a la competencia del domingo.
«Nuestra meta es seguir donde lo dejamos y aprovechar el impulso», comentó ayer el piloto de Red Bull en Melbourne. El que a priori aparece como su principal rival, el español Fernando Alonso, también se sumó a la pelea: «Cuando uno corre para Ferrari, no hay otra meta que la de pelear por el título». También Mercedes con Michael Schumacher, Lotus-Renault y McLaren quieren que tras la primera de las –por ahora– 19 carreras del año se les trate como favoritos. Pero nunca hubo tanta incertidumbre como ahora.
«La situación es algo difícil, porque no se sabe si somos competitivos», señaló Vettel, que ayer sintió el aura de campeón, siempre rodeado a cada paso por cámaras y periodistas. Alonso, el subcampeón, espera una disputa «muy abierta». «Es imposible ahora prever el orden. Hay cinco o seis equipos capaces de ganar carreras y luchar por el campeonato», señaló el español, que perdió el título en la última carrera de 2010. Pero el favorito, según todos, es de nuevo Red Bull, el equipo que logró los dos títulos el año pasado. «Fue una buena pretemporada para nosotros», remarcó el australiano Mark Webber, compañero de Vettel, antes de su carrera en casa en el idílico Albert Park.
Justo detrás se espera que estén Ferrari y Mercedes, que con una «flecha de plata» renovada también aspira a estar en una buena posición. «Veo que hay una buena oportunidad de poder luchar por el puesto de segundo equipo más rápido», destacó Schumacher, heptacampeón del mundo y que quiere el octavo. «Para eso estoy aquí», remarcó. El quinteto de campeones del mundo lo completan los británicos de McLaren Lewis Hamilton y Jenson Button, aunque su coche parece estar por detrás del resto de grandes marcas. «Esperemos no estar muy retrasados», resaltó Hamilton. Por eso, Button tiene difícil ganar por tercera vez seguida en Melbourne.
Pero todos los pronósticos son arriesgados debido a los nuevos neumáticos y a los cambios en el reglamento. Las gomas Pirelli obligarán a varios pasos por boxes debido a su rápida degradación, lo que cambiará las estrategias de las carreras. «Es una nueva manera de plantear las carreras en términos de estrategia, por lo que podemos decir que una nueva Fórmula 1 comienza aquí en Melbourne desde el punto de vista de la estrategia, que jugará un papel fundamental en el resultado», anunció Alonso. Además, se verá si funcionan o no el KERS (sistema de recuperación de energía cinética) y el alerón trasero móvil, herramientas que deben favorecer los adelantamientos.
Se espera que sucedan muchas alternativas, lo que redundaría en espectáculo y en mayores posibilidades para las sorpresas de los equipos menores, como el Sauber del mexicano Sergio Pérez y el Williams del venezolano Pastor Maldonado. Ambos pilotos debutarán en la máxima categoría, dando un sabor latino a la parrilla. «Primero de todo, el objetivo es terminar la carrera», comentó ayer Maldonado. «Quiero sacar el máximo del coche y acabar en los puntos. Creo que tenemos el potencial para estar ahí», agregó el venezolano. Pero al que miran casi todos es a Vettel. «Aún tengo esa sonrisa que no se me borra», afirmó el alemán, que sabe, sin embargo, que a partir del domingo ya no puede vivir de recuerdos: «Mirar atrás no es un movimiento natural».
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