Martín Palermo, máximo goleador histórico de Boca Juniors, tuvo una despedida emotiva en la Bombonera, donde su equipo empató 1-1 ante Banfield.
Palermo lloró en el estadio, donde fue ovacionado por la hinchada, abrazado por sus padres, homenajeado por sus compañeros y ex DT, y se convirtió en el primer jugador en recibir de regalo un arco de la mítica Bombonera. Al cierre del emotivo homenaje, hubo fuegos artificiales y dio una suerte de vuelta olímpica saludando a sus simpatizantes, muchos de los cuales lloraban.
«Me voy más que feliz de esta cancha donde tantas cosas pasamos juntos, agradecido a la gente, lo de hoy fue impensable», dijo al término del partido.
El «Titán» destacó su deseo de «disfrutar con mi compañeros y de este momento, que es único. Ni soñando podía imaginar todo esto», declaraba, mientras la hinchada gritaba «Palermo, Palermo».
«Llego el día lamentablemente, nunca querés que llegue, pero la decisión estaba tomada», agregó.
Además confirmó que va a «jugar el último partido en La Plata», ante Gimnasia.
Ovacionado por la hinchada, fue saludado por el ex DT Alfio Basile, mientras retiraban uno de los arcos de la Bombonera para regalárselo al mayor goleador de la historia de Boca Juniors.
«No habrá ninguno igual», en letras gigantes, de color amarillo, apareció escrito al costado de la cancha, tras lo cual la pantalla gigante del estadio emitió un video que recordó su paso glorioso en Boca.
En 402 partidos con Boca, Palermo, de 37 años, ganó 14 títulos y se coronó máximo artillero histórico, con 236 conquistas, superando a Roberto Cherro (218) y Francisco Varallo (194). Nadie anotó más goles que él en la Bombonera: 192. Autor de goles imposibles, llegó a marcar un penal cayéndose al piso y anotó su gol número 100 con los ligamentos de la rodilla derecha rotos.
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