La representación del delantero Paolo Guerrero decidió dar por finalizada las negociaciones para que sea refuerzo de Boca, luego que su dirigencia no modificara en los últimos quince días las condiciones del contrato ofrecido.
Los contactos que hubo antes del final de 2019 se encontraban muy lejos entre lo ofrecido por el club y lo pretendido por el jugador peruano.
Guerrero, de 36 años, tiene contrato con el Inter de Porto Alegre de Brasil, que comenzará este miércoles su pretemporada al mando del entrenador argentino Eduardo «Chacho» Coudet.
Boca estaba dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de Guerrero, cercana a los 4,5 millones de dólares, pero nunca logró arrimarse a lo pretendido para el contrato.
Ahora, la dirigencia del «Xeneize» deberá decidir si sube la oferta y vuelve a comunicarse (algo que parece difícil) o apunta hacia otro lado en el mercado de pases.
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