Con gol de Sergio Agüero y una destacada actuación del cordobés Pastore, Argentina logró la primera victoria en la Copa América tras vencer con algo de angustia a Uruguay 1-0. De esa forma, la clasificación ya es una certeza.
Cuando bajó decibeles, entendió que la rotación no es progreso de juego y supo tomarse dos segundos para pensar antes de dar el balón, Argentina pudo desatascarse el grito de la garganta y cantó victoria.
Antes tuvo que sufrir y padecer, sobre todo en el orden táctico, sin embargo, la selección de esta forma se saca la pesada mochila del debut, y a pesar de que su imagen no cambió radicalmente, le alcanzó para vencer a Uruguay 1 a 0 y llegar más cerca de la clasificación, en el marco de la Copa América.
LA FIGURA
Javier Pastote (8). Hizo la lectura correcta en el momento, conectando la línea de ataque que había sido absorbida por la marca de Uruguay. Dos estocadas para dejar el triunfo casi servido.
LA CLAVE
Argentina supo entender la forma de entrarle al rival cuando se detuvo a pensar, en vez de buscar sorprender con tantos movimientos posicionales.
EL ÁRBITRO
Sergio Ricci (flojo). A pesar de que no incidió en el resultado, demasiadas vueltas para cobrar y amonestar. Compensó.
Confusión. Y eso que los primeros 45 minutos mostraron una cara distinta. Porque los hombres de Gerardo Martino no supieron resolver el acertijo que plantearon los “Charrúas” y chocaban insistentemente en inferioridad de hombres.
Los tres creativos (Lionel Messi, Javier Pastore y Ángel Di María) rotaban permanentemente y caían en su propia red. Porque tanta confusión dejaba sin referencias a sus compañeros y ellos mismos perdieron el eje del juego. Para colmo, los de Oscar Tabárez avisaron con dos cabezazos, mostrando la vulnerabilidad del retroceso argentino.
Saber pensar. Entonces apareció el hombre cuya sapiencia le permitió desnivelar a Argentina. Javier Pastore hizo la lectura correcta, con sabiduría, haciendo daño con una leve pausa y pensando. Ya a esa altura Pablo Zabaleta lo había entendido. Mientras Uruguay llevaba el partido hacia el costado que más le convenía, el ex Talleres habilitó a Zabaleta, para que Sergio Agüero marcara en un anticipo sobre la zaga más reacia del torneo. De cabeza, gol y a cobrar.
De todas formas, hubo desacoples que Martino ya en el vestuario (fue expulsado a los 30 minutos) y el ataque rudimentario de los “celestes” lo mismo hizo daño. Siendo expeditivos en cada jugada, tanto en el mediocampo como en los metros finales, hasta el descuento no claudicaron en la idea de empatar.
Argentina ya había superado el desconcierto táctico del inicio, y aguantó para llevarse la primera victoria en la Copa. Lucas Biglia y Sergio Romero aparecieron cuando los ánimos y las piernas ya estaban sin resto, y entonces, el estallido final en La Portada rugió con camisetas albicelestes. Costó, sufrió y tuvo final feliz.
Fuente: La Mañana
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