Boca consiguió su primera alegría con dos goles del Burrito Martínez y otro de Silva, el Xeneize goleó 3-0 a Independiente en el cierre de la Copa de Verano
Con una actuación sobresaliente de Juan Manuel Martínez, Boca goleó 3-0 a Independiente en Mar del Plata y dejó atrás dos derrotas consecutivas en el verano.
El mensaje que dejó el 3 a 0 de anoche fue claro para ambos: por lo que viene, Independiente arrancará el semestre más complejo de su historia con más de una preocupación en Américo Gallego. El otro, Boca, tendrá de la mano del Virrey y de este equipo más aceitado, la ilusión de volver a ser el mejor de todos.
El Burrito fue la gran figura de la noche al marcar dos goles y ser imparable para la defensa del Rojo, que tampoco pudo ganar en el torneo marplatense. El otro tanto fue obra de Santiago Silva, quien liquidó el asunto tras una gruesa falla del equipo de Avellaneda.
Esas dos apariciones iniciales de Eduardo Tuzzio entusiasmaron a los de rojo. Un centro rasante del experimentado zaguero hoy devenido en lateral derecho no pudo ser desviado con fuerza por el pibe Leonel Miranda. Luego, dos minutos más tarde, se encontró con un despeje corto de Franco Sosa, pero su derechazo arrancó un par de uhhhh de su gente.
Para los de Carlos Bianchi se trató del primer triunfo del verano. En cambio, para Independiente se incrementó la preocupación, porque le falta gol y dentro de una semana comenzará a jugar por los puntos en un semestre en el que deberá luchar por la permanencia en la máxima categoría.
Pero se apagó el conjunto de Gallego. La nafta le duró nada, un puñado de minutos nomás. Se retrasó, se metió muy atrás y permitió que Boca, casi sin proponérselo, lo arrinconara. Y así, a los pelotazos, estuvo cerca de abrir el marcador.
Dos frentazos tremendos de Lisandro Magallán chocaron contra el travesaño y los seguros guantes de Hilario Navarro. Parecía que los de Bianchi estaban totalmente decididos a ir por todo.
Ya se acababa la etapa cuando Boca aprovechó su momento para irse al descanso como vencedor. Ocurrió que hizo de pivote el uruguayo Silva, el Burrito se le escapó a Velázquez y desde la medialuna batió a Hilario con un gran remate cruzado desde afuera del área.
En la segunda parte el equipo de Américo Gallego se apoderó del balón y de la iniciativa, pero no hizo más que desnudar su preocupante anemia ofensiva.
Para mayor mal de Independiente, sobre el epílogo del clásico, Martínez y Silva concretaron y dejaron en evidencia cuál es la situación en la que se halla, con el agravante de que se trata de un semestre crucial para su historia.
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