El francés Sebastian Loeb se adjudicó el 31er Rally de la Argentina, que se corrió por caminos de Córdoba y concluyó en Villa Carlos Paz.
Loeb, quien ganó por sexta vez el Rally de la Argentina, empleó 4h.03m.56s.9/10 para recorrer los 378,15 kilómetros correspondientes a los 19 especiales de libre velocidad.
En segundo lugar se ubicó el finlandés Mikko Hirvonen (Ford Fiesta), a apenas 2,4 segundos del campeón mundial, y tercero finalizó el francés Sebastian Ogier (Citroen), a 7,3 segundos.
En tanto, el cordobés Federico Villagra (Ford Fiesta), en dupla con el bonaerense Jorge Pérez Companc, ocupó el sexto puesto en la clasificación general a 6m.48,5s. de Loeb.
«Los cinco de arriba son imbatibles», había adelantado el «Coyote», con lo que su sexto lugar representa, en cierto modo, una victoria.
Merced a su capacidad, sobre una máquina que rindió a satisfacción y con algo de fortuna, el múltiple campeón, Sebastian Loeb, se recompuso a una penalización de un minuto y se quedó con un triunfo para el recuerdo.
Fue su tercera victoria en seis competencias en lo que va del año, con lo que estiró su ventaja en el campeonato y se encamina hacia la octava coronación de su carrera.
El vencedor, que logró su victoria 65 en el Rally Mundial, había sido penalizado en el primer día de competencia por haber entregado la tarjeta de control antes del tiempo estipulado a la llegada al Parque de Servicio en Carlos Paz.
Loeb argumentó que la gente aglomerada le había impedido ver el semáforo de acceso, pero su apelación fue desestimada.
Luego se vio favorecido por la deserción del finlandés Jari Matti Latvala, cuando en el segundo día punteaba la prueba con su Ford Fiesta WRC, al que le rompió la suspensión delantera tras un choque con la montaña que lo privó de seguir, «reenganchándose» hoy y hasta ganando un especial.
Al final de la segunda etapa, ayer, la punta había quedado en manos de Ogier, con 43,7 segundos sobre Hirvonen y 47,7 sobre Loeb, que se colocaba tercero. Por las diferencias, parecía que el segundo piloto de Citroen tenía la victoria asegurada.
Pero al final del primer especial, el más largo de la prueba con 48,21 km entre Ascochinga y Agua de Oro, corrido bajo bancos de niebla, Ogier rompió la trompa de su auto y el radiador de aceite por un trompo y golpe contra la montaña que minaron el rendimiento de su máqina, que vio afectada además su dirección asistida.
Con el auto disminuido, Ogier, que reconoció haber «cometido una macana» en la mañana, debió resignarse en el último tramo, el Power Stage de Cabalango-Villa García, al que había arribado con exiguas ventajas de 3,3 segundos a Loeb y de 5,4 sobre Hirvonen, perdiendo el parcial y quedando relegado al tercer puesto final.
El sector fue ganado por Petter Solberg (Citroen), que se adjudicó 3 puntos extras, seguido del reenganchado Latvala, que ganó 2 y del mismo Loeb, tercero con 1 punto adicional.
De los 19 especiales de velocidad que insumió el total del Rally de Argentina, Loeb se impuso en ocho; Latvala lo hizo en cinco y Ogier y Solberg en tres cada uno.
El neozelandés Hayden Patton (Subaru) conservó su liderazgo entre los N4 del Mundial de Producción, que aquí corrió su tercer fecha, sobre el sueco Patrick Flodin (Subaru) y el ruso Dmitry Tagirov (Subaru).
En este grupo, el cordobés Ezequiel Campos (Mitsubishi), designado por el ACA, terminó séptimo, a más de 24 minutos del puntero; y el santiagueño Pablo Peláez, con Peugeot 206, fue el mejor de la Clase 9, con autos de tracción simple.
La Copa Argentina, que el ACA hizo disputar a pilotos que no corrieron por el Mundial, fue para Agustín Rossi, seguido de Cristóbal Vidaurre y Juan Alonso.
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