Desahogo y escándalo. Talleres venció por 3-2 a Racing en el último minuto, en un clásico que se cerró con una batahola con la policía.
La triste imagen con la que se cerró el clásico, con policías, de uniforme y civil, reprimiendo sin solución de continuidad a los jugadores de Racing, comprensiblemente pasados de revoluciones, no se condijo en lo más mínimo con el desarrollo del partido que Talleres (11 puntos) ganó anoche por 3-2, por la 10ª fecha de la Zona 1 del Argentino A.
Es más, hasta podría decirse que el resultado del cotejo pasó a un seguidísimo plano, producto de la batahola con la que se dio por cerrado el encuentro. El gol de Walter Ledezma, sobre el filo del tiempo cumplido, generó el airado reclamo de todos en Racing (12), que entendieron que el encuentro debió haber terminado antes. En zonas bajas del Mario Kempes, el presidente de Racing, Antonio Ruiz, denunció por Radio Sucesos el accionar de personas «de chaleco azul», aparentemente personal policial civil.
Además, también confirmó que el ayudante de Gustavo Coleoni, su hermano Sergio, fue detenido. Una lametable historia que tendrá más capítulos. Antes se jugó un partido de fútbol. En rigor de verdad fue un partidazo que tuvo de todo. A los 11 segundos, Mariano Vergara tocó la pelota con la mano en el área. El arbitro Darío Herrera sancionó penal y el Chata tuvo que abandonar el partido con el hombro izquierdo luxado. Sebastián Sáez abrió la cuenta y después aumentó a los 24′.
A los 32′ Pablo Vichez descontó, pero a los 40′ Hernán Fernández fue expulsado. En el complemento, la historia se dio vuelta. Con un compañero menos, Albano Becica y Vilchez se cargaron a Racing al hombro y entre los dos, más Rubén Molina arrinconaron a Talleres contra el área de Michel Etulain. Y fue el ex volante de Defensores de Belgrano, quien se perdió dos mano a mano, logró el empate a los 21′. Racing, con el poco resto físico que le quedaba, casi lo gana, con un Vilchez incansable.
Del otro lado, Gerardo Godoy se lo sacó a Claudio Francés. Después llegó el gol de Ledesma y la triste imagen de la policía «repartiendo» a diestra y siniestra. Demasiado premio para la T y mucho castigo para la Academia.
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