A Argentina le costó muchísimo contrarrestar la explosiva velocidad y el tiro externo de los filipinos, pero ajustó tuercas a tiempo y celebró un triunfo apretado. Los ingresos de Mata y Laprovíttola fueron claves.
Más duro de lo que decían los análisis previos resultó ser el enfrentamiento de la selección Argentina de básquet con su par de Filipinas, pero finalmente terminó en victoria para la albiceleste 85 a 81. El equipo asiático resultó ser una tromba en el primer cuarto, al punto de poner contra las cuerdas al equipo dirigido por Lamas, al que no le salió una. De esta forma la Argentina se recupera de su derrota de ayer frente a Croacia.
Recién en el segundo cuarto y con Luis Scola como bandera, la Argentina tomó aire y se fue ganancioso 43 a 38. En el arranque del segundo tiempo (tercer cuarto), el combinado nacional logró hacer definitivamente pie y estiró la ventaja, a un cómodo 71-61. El último tramo del partido fue ‘’palo y palo’’, con un rival que se volcó a atacar y una Argentina que falló algunos tiros claves, lo que tuvo a mal traer a la nacional.
Los filipinos, a priori un equipo con poca chapa en este deporte, ya le habían generado algunos dolores de cabeza a Croacia en el debut del certamen.
La alineación inicial de la Argentina en el choque ante Filipinas fue con Campazzo, Prigioni, Walter Herrmann, Andrés Nocioni y Luis Scola, el máximo goleador con la camiseta albiceleste en la historia de los Mundiales.
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