Más de 760.000 personas decidieron que el «estratega» fuera el vencedor de Gran Hermano y se llevara el premio máximo de 400.000 pesos.
En segundo lugar quedó Emiliano, y antes había sido eliminado Martín Anchorena que fue tercero.
Un viejo apotegma del fútbol dice que las finales no se merecen, se ganan. Entonces, poco importa ya si uno había hecho más que el otro. Esas discusiones quedarán para la discusión de lunes en la oficina, el colegio o el café. Es que Cristian U (Urrizaga) se convirtió en el ganador del Gran Hermano 2011, la más extensa de todas, con 763.052 votos a su favor. Todos los pronósticos favorabes, finalmente se cumplieron y no hubo sorpresa.
Luego del abrazo de rigor –repetido una vez más- el «estratega» se tiró de rodillas al suelo y pudo saciar su espíritu competitivo. Ni da para pensar qué tipo de terremoto hubiera tenido como epicentro la zona norte del conurbano si el paseador de perros no ganaba.
400.000 razones tuvo para movilizar a la gente, a sus compañeros, a sus rivales. Sin embargo, lo que terminó percibiendo fue 382.857 pesos, ya que se le descontaron los días de ausencia. Además, se quedó con un viaje a Barbados. Emiliano (¿Representando el lado más humanizado acaso?) tuvo que conformarse con el segundo lugar, una moto y 90.000 pesos.
Por fuera, aspecto de amigos, de compañeros (en definitiva convivieron un buen tiempo), abrazados a la espera del resultado; y por dentro…vaya uno a saber que se estarían diciendo. Lo cierto, es que minutos antes habían tenido el último intento de movilizar a las masas a un nuevo voto. Cristian, confiado. Emiliano, tenso, denunciando que siempre jugó «de visitante». Algo de razón, tenía.
Con We will rock you, de Queen de fondo se había abierto la final. Como si tuviera de su lado a la barra de cualquier equipo de fútbol, el «Cristian U» monopolizó el sonido ambiente. Las gradas del estudio rebalsaban de gente que decidió pasar esta fría noche de domingo cerca de sus nuevos ¿ídolos? Con los hermanitos ya expulsados de la casa como espectadores, el clima –tanto dentro como fuera- se respiraba tenso.
Vestidos de manera un tanto particular, todos de traje y especialmente arreglados para la ocasión, los tres finalistas se aprestaron para saber quién era el primero en salir. El más escueto en su discurso final fue Martin Anchorena (vestido de lila), sintiéndose ya afuera tal vez.
El «hombre record» (pasó 141 días encerrado, pobre), según lo definió Jorge Rial, apenas comentó que se sentía feliz de haber llegado a la final, casi sin mayores expectativas. Antes, el conductor tuvo tiempo para aclarar (con mucho de autobombo), que este Gran Hermano 2011 fue una versión única, no sólo en Argentina sino, «en todo el mundo». Ya sabemos, además del dulce de leche, la birome, y la Avenida Rivadavia, ahora podemos vanagloriarnos de tener el Gran Hermano «más largo del mundo».
Los candidatos dejaron espacio en sus palabras de presentación para la gente. Cual líder carismático en etapa de campaña, Cristian U (de blanco) explicó lo que sentía; porque había vuelto a la casa. «Le tuve miedo, pero la gente había gastado mucha plata en mensajes, no quería defraudarla. Lo único que hice fue entrar a jugar, por una exposición bien entendida. Vine por un premio que me permita facilitar la cuestión económica y resolver mi vida».
Pero su rival, Emiliano (de azul eléctrico), no se quedó atrás a la hora de la demagogia y también le habló a sus adeptos: «Si gano, más allá del premio, mucha gente será la que esté feliz, además de yo. Sería una victoria doble, tanto la mía como la de la gente que me votó.»
Luego llegó el momento de la primera salida (exceptuando la de Kimba, el perro que se fue primero. Será adoptado por el cordobés). Hasta ahí, el líder y el segundo tenían los siguientes porcentajes: 43,09% y 36, 55%. Al que no le alcanzó fue a Martín Anchorena. Con 271.231 votos a su favor fue el primero en irse en la noche del domingo y finalizó el certamen en tercer lugar.
Salió del cautiverio, cantando uno de los temas que identificó al grupo: Yo no sé mañana. Como «consuelo» se quedó con una moto y un jugoso cheque de nada menos que 50.000 pesos. Ahí sí pudo reencontrarse con su familia.
En el final del show, quien reapareció cantando su hit Soy feliz fue Ricardo Montaner, uno de los apoyos espirituales de los chicos durante la semana. Para ese entonces Gran Hermano 2011 ya había terminado, Cristian U, el último en salir, había apagado la luz.
Comentar post