Escándalo con la asociación argentina que recauda para los actores. Creada en 2011 por Cristina, la entidad que preside Pepe Soriano y cuyo tesorero es Martín Seefeld, quedó en medio de un conflicto de intereses con varias de sus colegas de distintos países del mundo. El primero fue con su par en España, que preside Pilar Bardem, ya le inició una demana judicial. Piden un debate abierto
“Algo huele a podrido en el Estado de Dinamarca” es un famoso parlamento de Hamlet, el clásico escrito por William Shakespeare, que generaciones y generaciones de actores pronunciaron como parte de su entrenamiento y bagaje cultural. Quizás sea una frase que, con las variaciones y distancias que corresponden, los actores argentinos repitan estos días, aplicada a una de sus instituciones. El escándalo roza a la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), una entidad que se ocupa de “gestionar y administrar colectivamente los derechos de propiedad intelectual generados por la comunicación pública de las interpretaciones de actores y bailarines”, según reza su sitio oficial. Es decir, se ocupa de cobrar a canales de televisión abierta y de cable, a distribuidores cinematográficos, cadenas de hoteles y cámaras de autobuses y transporte aéreo (entre otros espacios que reproducen el trabajo de los actores) las regalías que le corresponden a los socios de la institución por sus escenas, tanto a nivel nacional como internacional. Sagai está presidida por Pepe Soriano; su secretario es Jorge Marrale; el secretario suplente, Osvaldo Santoro; el tesorero, Martín Seefeld; el protesorero, Pablo Echarri y su director general es Sebastián Bloj. La entidad rompió vínculos con muchas instituciones hermanas alrededor del mundo, varios de cuyos directivos se expresaron en duros términos sobre la asociación argentina, e incluso fue expulsada de la organización mundial Scapr –que agrupa a este tipo de instituciones–. Por si fuera poco, Sagai acaba de ser demandada judicialmente por su par española Aisge y un grupo de socios locales empezó a cuestionar las formas de actuar de su dirección. La semana que viene se reunirá en Buenos Aires el directorio de Latin Artis, que agrupa a asociaciones similares de Iberoamérica y a la que también dejó de pertenecer, y mediante una carta documento le propusieron a la dirección de Sagai un encuentro para debatir abiertamente y ante el público los puntos del conflicto.
El diferendo ya provocó chispas de carácter internacional. Con estas palabras se refería al mismo la actriz española Pilar Bardem –presidenta de Aisge, proveniente de una familia de actores y madre de Javier Bardem– en una carta dirigida a Pepe Soriano enviada en abril de 2013 a la que este diario tuvo acceso: “Cuando una entidad de gestión recauda en nombre de determinados titulares de los derechos y una vez recaudado comienza a tomar decisiones de naturaleza mercantil y altera el reparto equitativo comete el mayor de los atentados contra la democracia, la justicia, la transparencia y la dignidad de los colectivos que administramos y que nos han depositado su confianza. Si vuestro director general (nota de redacción: en referencia al argentino Sebastián Bloj) –que al resto de los mortales nos ha inspirado de todo menos confianza– no os ha inculcado que lo que se recauda tiene nombres y apellidos (…) entonces algo grave y serio os está pasando, por más que no lo podáis ver o estéis padeciendo esa suerte de síndrome de Estocolmo, aderezado de orgullos alimentados con datos o realidades aparentes”. Si bien los términos de la misiva son durísimos cuando se refiere al director general de Sagai, intenta eximir de responsabilidades a su presidente y lo llama a la reflexión por las irregularidades que denuncia. Sin embargo, el núcleo del conflicto se encuentra en la negativa de la asociación argentina en pagar las regalías a entidades similares del extranjero si no adecuan sus leyes nacionales a la legislación local. Sagai fue creada en 2006 como consecuencia del decreto del ex presidente Néstor Kirchner que daba vigencia en el campo de los actores a la Ley de Propiedad Intelectual impulsada por Roberto Noble y aprobada en 1933. Un decreto de la presidenta Cristina Fernández de mayo de 2011 estableció a Sagai como la entidad recaudadora de las regalías de los actores extranjeros y estableció la necesidad de que las legislaciones de uno y otro país fueran las mismas para que se pudieran realizar los pagos. Las asociaciones extranjeras acusan a la argentina de no propiciar los pagos a sus representados pero también plantean que de ese modo no permiten que los asociados argentinos cobren las regalías que la exhibición de sus trabajos en el extranjero les propiciarían.
Los diferendos en base a este tema provocaron la primera rescisión del convenio que Sagai tenía con Aisge, que luego se extendió a otras entidades de otros países, a la salida de la asociación argentina de Latin Artis (que agrupa a organizaciones de este tipo iberoamericanas) y, finalmente, a la expulsión de la organización mundial Scapr, que notificó la decisión a Sebastián Bloj mediante una comunicación escrita por su presidente Bjorn Juell-Sundbye en Copenhague que empezaba así: “Es mi deber como presidente de Scapr comunicarle que el Consejo Directivo ha decidido durante su reunión del 28 de marzo de 2012, proponer a la Asamblea General en mayo de este año la expulsión de Sagai por incumplimiento del Código de Conducta de Scapr”. Sagai no asistió a tal asamblea general y su expulsión, la primera en toda la historia del organismo, fue aprobada entre aplausos, según consta en las actas oficiales de esa jornada.
José María Montes, director de Relaciones Internacionales de Aisge, explicó de esta manera a PERFIL su posición: “Hay un conflicto de principios. Queríamos que se cumpla la normativa para que Sagai cumpla con pagos equitativos y justos hacia sus representados, pero eso no ha podido suceder debido a las posiciones de la asociación argentina. En este tiempo, nosotros les hemos pagado un millón de euros y ellos nos pagaron cinco mil euros. Dejamos sin efecto ese acuerdo para poder pagarles directamente a los actores argentinos por lo que les corresponde cobrar en España. Hemos decidido promover acciones legales para que Sagai informe de qué modo ha repartido ese millón de euros entre los actores argentinos, algo de lo que no hemos tenido novedades”. Desde hace unas semanas, la demanda por rendición de cuentas se encuentra en la justicia local.
Lucas Rizzo Arrivillaga, consultor de Aisge para Latin Artis en Argentina y especialista en Propiedad Intelectual, señaló: “Sagai entra en conflicto con Latin Artis cuando las sociedades latinoamericanas sintieron que los derechos de sus artistas no estaban siendo bien gestionados en la
Argentina por Sagai. Esto terminó la relación entre ambas instituciones. Lo deseable es que Sagai vuelva a Latin Artis; así los actores argentinos, cuyo trabajo se ve en la pantalla de América latina podrán cobrar el dinero que les corresponde por sus derechos, y a la inversa. La Argentina es un país exportador de industria audiovisual. Su actores tienen mucho para ganar afuera. Por eso, en este sector, asumir una postura proteccionista no le conviene a nuestros artistas. Por otra parte, no hay que olvidar que el derecho de propiedad intelectual es un derecho humano, estipulado en el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esto, conforme al ordenamiento jurídico argentino, debe ser válido para todos los actores, sean estos nacionales o extranjeros”. Rizzo Arrivillaga, que se encuentra en el país, confirmó que los representantes de los directorios de asociaciones de ocho países se reunirán en Buenos Aires la semana que viene para realizar la reunión de junta directiva de Latin Artis y que ofrecieron formalmente la realización de un debate abierto a sus pares de Sagai.
Mario Casillas, presidente de la Asociación Nacional de Intérpretes Mexicanos, confirma la situación: “Nosotros tenemos relaciones con Sagai, pero no nos hemos puesto de acuerdo en las cantidades que corresponde que nos devenguen. Nosotros tenemos datos sobre la producción mexicana que aporta, en proporción, ‘diez’ y ellos nos quieren dar ‘dos’. Por eso estamos haciendo un monitoreo internacional para Europa y América que da como resultado que la cantidad que nos ofrecen no es la correcta”.
—Sagai fue expulsada de organismos como Scapr, ¿qué opinión le merece?
—La asamblea en la que se expulsó a la Argentina fue la primera para nuestra asociación, que recién ingresaba a Scapr. Me sorprendió que las delegaciones argentinas presentes de otras instituciones no dijeran nada, que su expulsión fuera aprobada unánimemente.
Rodrigo Aguila, director jurídico de Chile Actores, se pronuncia sobre los diferendos: “Teníamos el acuerdo para firmar un convenio de reciprocidad, ellos se lo llevaron a Buenos Aires para estudiarlo, estuvimos esperando dos años que lo manden y luego se negaron a firmar el convenio de representación recíproca. Creemos que Sagai quiere una forma de operar que implica cobrar pero no repartir, no pagar al extranjero ya que eso significaría, según su razonamiento, una fuga de capitales”.
Las alusiones al proteccionismo o al temor a una fuga de capitales tienen base en posiciones públicas de Sagai: “Si Sagai tuviera que pagar a países con los que no tiene acuerdos de reciprocidad, estos pagos no significarían más que una fuga de capitales y un vaciamiento de fondos”, explica un video elaborado por la asociación para explicar el conflicto con Aisge. Llama la atención la concordancia de argumentos con las políticas económicas del gobierno kirchnerista. “No toleran que Sagai sea independiente y defienda los intereses nacionales ante los extranjeros”, señala el mismo video. Una argumentación que se hermana con el relato estatal oficial.
Preocupados ante la situación suscitada por los conflictos con los organismos foráneos, a la vez que imposibilitados de cobrar regalías que les corresponden –en algunos casos, de montos muy grandes–, un grupo de actores argentinos intervino en la última asamblea general de Sagai planteó una serie de dudas que suscitaron respuestas airadas de la mesa de conducción, alguno de cuyos miembros incluso llegó a desafiar a resolver ciertas acusaciones de manera física. Hubo variadas inquietudes sobre cómo debían hacer los actores argentinos para cobrar los montos que se encuentran retenidos en el extranjero, que luego se transformaron en dudas sobre el modo de conducir la institución. Sólo ante la insistencia, la dirección de Sagai reveló que le pagaba 32 mil pesos por mes de sueldos al director general Sebastián Bloj, aunque no quiso revelar si le pagaba alguna cifra a Guillermo Ocampo, director general de Sadaic, que oficia como asesor de Sagai. Ante otra pregunta de los actores, la dirección de Sagai admitió la existencia que habían contratado en un banco de Suiza. Y especificaron que se había abierto pero que nunca había tenido movimientos, aunque no explicaron el por qué de la apertura de tal cuenta en el extranjero.
“Se armó mucho quilombo en la asamblea del 13 de mayo –recuerda Héctor Bidonde, uno de los actores que planteó sus dudas–.
Yo creo que hace falta abrir Sagai. Me parece que hay que transformar esa estructura que se convirtió en un lugar que no lleva a buen destino: hay que transformar este modelo de gestión. Tenemos que volver a integrarnos al mundo artístico y al mundo en general. Hay que cuidar los derechos de los distintos intérpretes, entre ellos los actores”.
Una de las preocupaciones que se manifiestan entre los cultores del quehacer dramático estriba en el porcentaje que se les cobra a entes –como canales de televisión o cadenas de cine– en concepto de derechos. La resolución 181/2008, firmada por el entonces Secretario de Medios Enrique Albistur, establece que se puede cobrar hasta el dos por ciento a los entes que exhiben el trabajo de los actores en concepto de regalías. Sin embargo, los acuerdos vigentes cobran desde el 0,2% y no llegan al 0,4%, lo cual plantea una posibilidad de cobro sensiblemente menor que la marcada por la legislación. Las explicaciones por la diferencia entre lo que podrían cobrar según la ley y lo que efectivamente cobran todavía no han sido escuchadas por actores y actrices que la señalaron como una inquietud.
* Periodista de investigación. Autor del libro ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?
“Los compañeros dirigentes daran las respuestas”
Alejandra Darín, secretaria general de la Asociación Argentina de Actores, sostuvo este diálogo con PERFIL:
—¿Qué opina sobre los conflictos de Sagai con distintas entidades extranjeras?
—Esta es una entidad de gestión nueva, tenemos muchas cosas que aprender. En Sagai hay dirigentes y compañeros nuestros y por eso es una cuestión de los actores que tenemos que ver entre los actores. Lo que pueda decir es lo que le podría decir a los compañeros dirigentes de Sagai en una asamblea, ya que yo también soy socia.
—Existe una carta de Pilar Bardem con acusaciones duras.
—No presentaron ningún documento. Somos maestros en los mantos de sospecha, pero no. Si tenés algo, mostrá, hacé una denuncia formal, no un chisme. Las cosas no se manejan por chismes. Hay acusaciones, no denuncias formales. No nos podemos llevar por acusaciones.
—Usted participó de la asamblea. ¿Le parecen razonables las inquietudes de algunos?
—No un grupo de actores, son los actores. La AAA núclea a todos los actores argentinos y Sagai es la sociedad de gestión. Algo que le suceda nos afecta a todos los actores. No es una cuestión de amistad, sino de derechos que tenemos los actores. Sin embargo, lo cierto es que esta sociedad de gestión tiene cinco años y estamos aprendiendo muchas cosas. Y no hay denuncias formales. Si hay sospechas, se preguntará a los compañeros de Sagai en una asamblea y los compañeros dirigentes de SAGAI tendrán que dar las respuestas.
“México no liquidó un peso”
Intentamos comunicarnos con Soriano y Seefeld de Sagai quienes se excusaron. Sebastián Bloj, director general de la institución, dijo esto: “En el mundo sólo hay 16 países que reconocen derechos por la publicación pública de la obras. En América Latina sólo hay dos entidades que funcionan, México y Brasil. Los actores en la Argentina no pueden cobrar porque no hay entidades que lo gestionen”.
—Aisge es la entidad española que sí lo permite pero rompieron relaciones.
—Es un conflicto que se está solucionando. Pusimos estudios de abogados en España y hay posibilidades de acuerdo. Así como los argentinos no pueden cobrar en España, los españoles no pueden cobrar en la Argentina, lo cual es una locura. Aisge tiene una deuda de cinco años con la Argentina.
—Sagai renunció a Latin Artis.
—Porque Sagai perdió la intención de participar de este tipo de foros.
—Fue expulsada de SCAPR.
—Fue un expediente que duró más de un año y medio. Es una sociedad compuesta en un 90%por entidades musicales.
—Pero Sagai se inscribió.
—Claro.
—Y luego fueron expulsados. La resolución dice que incumplieron el código de conducta de Scapr.
—Es cierto, sí. Igual es un debate mucho más largo.
—Pilar Bardem escribió una carta donde lo responsabiliza …
—Son expresiones injuriosas y hemos procedido en su momento contra ellas. Como es una carta interna dirigida a la institución, la hemos respondido de forma interna. No es un tema que me interese debatir con la prensa. Es una cuestión privada y se ha actuado de esa manera.
—Andi de México dice que ustedes no quieren pagar lo que corresponde.
—Tenemos un acuerdo con México y no han liquidado un sólo peso a la Argentina. Eso dio lugar a un reclamo judicial. Desde 2008 han tenido incumplimientos reiterados. Dicen que les pagamos menos, pero no quieren pagar nada.
—Los chilenos dice que plantearon un acuerdo recíproco pero que los argentinos lo rechazaron.
—La ley chilena dice que sólo se puede cobrar si se reside en Chile y no prevé ninguna protección a nadie que no resida en ese país.
—Latin Artis va a realizar una reunión en Buenos Aires y les proponen un debate.
—No tengo idea. No tengo respuesta.
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