No Te Va Gustar: En la cima de la popularidad reafirmó su lugar en el podio de la música popular actual el sábado con un concierto sin sobresaltos, en el cual los hits funcionaron como un eficaz timón. El grupo uruguayo presentó en el Kempes su último disco, “El calor en pleno verano”
Extensas filas para tomar el colectivo urbano que va a la cancha auxiliar del Mario Kempes donde tocaba No Te Va Gustar se podían ver el sábado, desde horas de la tarde, en el centro y Nueva Córdoba. Ya llegando a la nochecita, fue una tarea casi imposible encontrar transporte.
Una vez en el predio, se podía observar en uno de los vértices de ingreso la representación de la portada del nuevo disco del grupo uruguayo, El calor en pleno verano: un cubo gigante con un fósforo. De esta manera, con la cancha casi repleta, subieron a las tablas los colombianos de Doctor Krápula para calentar motores. Afuera, mucho público pugnaba por conseguir una entrada. Tanto, que la organización tuvo que trasladar la boletería de las acreditaciones para que la gente no se confundiera. Estaba todo agotado. Es que el concierto del sábado fue hasta ahora el más convocante del año en la capital cordobesa.
A las 22 en punto se apagaron las luces y la banda, de manera escalonada, subió al escenario. En ambos costados, las pantallas captaron la imagen de cada músico que ascendía mientras la multitud estallaba en una ovación. Fue entonces cuando los uruguayos desenfundaron su repertorio. La cosa empezó con Sin pena ni gloria, el tema que abre su reciente obra.
La mezcla sonora funcionó con claridad y potencia para que en todos los sectores se sintiera la vibra musical propuesta por la banda. Fue así como, entre canciones recientes y clásicos de todas las épocas, NTVG conmovió a la audiencia. Y en ello sumó el particular carisma de Emiliano Brancciari, la pata argentina de la banda, quien sólo habló en dos ocasiones. Primero, para saludar: “Gracias por venir, sabemos que esta espera se hizo larga. Buenas noches”. Luego, para dedicarle Tan lejos al fallecido tecladista del grupo, Marcel Curuchet, expresando que no les gusta dedicarle la canción porque tocan muy seguido, pero que Curuchet estaría muy contento de tocar nuevamente en Córdoba, “seguramente con un vaso de fernet o whisky”, agregó.
Luego, el desarrollo del concierto tomó rumbo hacia grandes clásicos: Verte reír, Pensar, Clara, Al vacío (la más festejada por la audiencia), Cero a la izquierda y Chau, entre otros. De los nuevos, los que más aceptación tuvieron fueron A las nueve, Ese maldito momento y Por el agua.
En cuanto a la escenografía, la clave fue una pantalla gigante. En ella se proyectaron diferentes videos con estéticas que acompañaron a las nuevas canciones.
De esa manera, tras casi dos horas de una canción tras otra, el grupo dio por finalizado el concierto. Ante el evidente pedido de más, los uruguayos regresaron para ofrecer Mucho más feliz y el habitual cierre con No era cierto, cantada por todos los presentes.
En suma, NTVG defendió su pedestal de popularidad con temas ejecutados sin fisuras, diferentes géneros encauzados en canciones hiteras y algo de mística. Un fenómeno que no para de crecer.
Fuente: La Voz
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