El artista Gyula Kosice, poeta y escultor pionero del arte cinético y lumínico en nuestro país que fundó el Movimiento Arte Madí y creó la utópica «Ciudad espacial», falleció a los 92 años, en la ciudad de Buenos Aires.
Así lo informó el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires por las redes sociales: «Lamentamos el fallecimiento del gran maestro Gyula Kosice, co-fundador del movimiento MADI. Fue y seguirá siendo uno de los precursores mundiales del arte cinético. El primero en utilizar el agua y el neón, como parte constitutiva de sus obras. Un verdadero revolucionario».
Nacido en 1924 en la frontera checo-húngara bajo el nombre de Ferdinand Fallik, Kosice -nombre que tomó de su ciudad natal- llegó a la Argentina a los cuatro años de edad, pero siete años después sus padres murieron y quedó a cargo de un tío que lo acercó sin proponérselo al mundo del arte, cuando en su biblioteca encontró un libro de Leonardo Da Vinci y decidió que quería ser artista.
En 1944 creó la revista Arturo, en donde proclamaba «el hombre no ha de terminar en la tierra», anticipándose a su proyecto más utópico que tendría lugar 40 años más tarde, la «Ciudad hidroespacial».
Dos años después fundó el Movimiento de Arte Madí, la primera vanguardia rioplatense que se oponía a lo estático y bregaba por obras dinámicas, desplazables: «El arte es invención y organización total de espacio» aseguraba el manifiesto redactado por Carmelo Arden Quin, Rhod Rothfuss y Martín Blaszko.
Kosice fue precursor en la escultura hidráulica -que toma el agua como elemento esencial de la obra-, lo que lo llevó a crear su utópica «Ciudad Hidroespacial», una urbe suspendida en el espacio gracias a la energídel agua, así como un proyecto «factible» -aunque costoso- a juicio de la NASA, que además fascinó al gran escritor de ciencia ficción, Ray Bradbury.
En 2005 abrió las puertas de su taller de la calle Humahuaca, en el barrio de Almagro, para convertirlo en un museo gratuito con obras de todas las épocas y todos los estilos acompañadas por documentos, fotografías, videos y revistas. Desde entonces Kosice disfrutaba de interactuar con los alumnos de escuelas primarias y secundarias que visitaban su espacio de creación.
Fuente: ámbito.com
Comentar post