En una entrevista que concedió a la agencia Télam, Gastón Pauls habló de la quiebra de su productora Rosstoc y sostuvo: «En este país hay medios de información y desinformación, estos últimos han dicho muchas cosas y nunca trataron de llegar a lo que pasó». Más adelante argumentó que las críticas se debieron a las posturas públicas que tiene en apoyo del gobierno nacional. «Me pegaron por pensar diferente, por tener un pensamiento político diferente al de ellos. Evidentemente, a ciertos medios les molestó que uno opine y se ponga en determinado lugar», dijo.
Los hechos a los que se refirió el protagonista de Un año para recordar tuvieron lugar en agosto de 2010, cuando la difícil situación financiera que estaba atravesando Rosstoc obligó al cierre de la productora de cine y televisión que Pauls había abierto cinco años atrás junto con su socio Alejandro Suaya (su último proyecto en pantalla fue Ciega a citas , por Canal 7). Respecto de la quiebra, el actor declaró: «De algunas cosas todavía no puedo hablar porque hay un juicio en el medio. Lo único que puedo decir es que durante cinco años yo fui socio accionista de una productora encargándome de la parte artística, que es lo que sé hacer, la parte administrativa comercial se manejaba por otro lado».
También negó haber recibido ayuda estatal para solucionar sus problemas financieros. «Si hubiera recibido tanta ayuda de tantos lugares como se dijo no estaría laburando. Estoy laburando porque lo necesito, porque tengo que vivir y porque no me quedé con la plata de nadie», aclaró. Finalmente agradeció que Sebastián Ortega y Pablo Culell lo hayan llamado para trabajar en la tira que protagoniza con Carla Peterson. «Habla de que saben quién soy y qué hago en mi vida», remarcó.
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