Lo que nunca se supo sobre la muerte de Gustavo Cerati. El periodista Juan Morris presenta el libro «Cerati. La biografía» donde relata cómo fueron las últimas horas del ex Soda antes del ACV. La investigación no tiene aval de la familia.
El periodista Juan Morris lanzó esta semana su nuevo libro «Cerati. La biografía» en donde detalla, por primera vez, cómo fueron las últimas horas del ex líder de Soda antes de sufrir el ACV en Caracas, Venezuela, la noche del 15 de mayo de 2010, luego del show de cierre de su gira «Fuerza Natural».
El relato de su muerte y la mala atención de las clínicas de Venezuela aparece en el capítulo 10 titulado «Limbo».
El libro editado por Sudamericana es una investigación de cuatro años y medio y según cuenta Morris: “Fue un largo proceso, con entrevistas y una inmersión profunda en la vida y en la obra de Gustavo. Miles de horas de escritura y correcciones“.
Algunos de los fragmentos del capítulo rezan:
«Gustavo estaba contento y agotado, empezando a relajarse después de un mes y medio de aviones, hoteles, fiestas y conciertos (…) Después de comer con el resto del equipo en una de las carpas montadas detrás del escenario, el sonidista Adrián Taverna y el guitarrista Richard Coleman acababan de entrar a su camarín para charlar un rato. Eran sus más viejos amigos, se conocían desde comienzos de los ’80, antes de que Soda Stéreo grabara su primer disco».
(…)»Gustavo apareció a último momento y se paró atrás de Taverna. El primer disparo de la cámara salió sin flash, así que Samalea pidió que nadie se moviera y se volvió a subir a la silla para reprogramarla. Taverna se dio vuelta para decirle algo a Gustavo y lo vio pálido, con los ojos desorbitados. ‘¿Te sentís bien?’, le preguntó. Gustavo abrió la boca para contestarle, pero no acertó a decirle nada. Fue como si los músculos de su mandíbula no encontraran las palabras. (…) A su alrededor el grupo se empezó dispersar y Gustavo caminó confundido hacia su camarín». (…) Bernaudo corrió a buscar a los paramédicos y al ratito volvió con dos chicos que no tendrían más de viente años y que al ver a Gustavo Cerati descompensado no supieron qué hacer.
Pasó casi una hora hasta que lograron desalojar completamente el lugar: no querían que la descompensación se convirtiera en noticia. (…) Estaba acostado en la camilla con los ojos abiertos pero con la mirada perdida.
(…) La odisea recién comenzaba, porque la salud de Cerati se agravaba minuto a minuto y ninguna clínica parecía tener las condiciones adecuadas para su tratamiento.
(…) Se tocaba el brazo, lo agarraba y lo levantaba sin conseguir que se moviera. Un rato después se puso a golpear la baranda de la cama con la mano izquierda con un ritmo fastidiado, lleno de impotencia (…) La comisura derecha de la boca se le había dormido y le daba un rictus de rigidez al lado derecho de su rostro. Su cara ya no era del todo su cara».
(…) Gustavo había sufrido un ACV y su cerebro se había inflamado tanto que estaba haciendo presión contra el cráneo. Tenían que operarlo con urgencia».
Sin el aval de la familia
El hijo de Gustavo, Benito Cerati, mostró su desaprobación al nuevo libro en Facebook y Twitter, a través de la cuenta oficial de su banda Zero Kill.
Fuente: Cadena 3
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