Litto Nebbia, y su visión del mundo de la música… Litto Nebbia viene a cantar por los 50 años del rock argentino, este sábado, en Studio Theater. Entradas, de 330 a 430 pesos.
Pequeños placeres que nos da este oficio, como el de conversar cada tanto con gente como Litto Nebbia, aunque sea por teléfono. La excusa fue el concierto que Nebbia dará este sábado en Studio Theater, desde las 21.30.
Atendé. Las entradas tienen un costo que va desde los 330 a los 430 pesos y se pueden sdquirir en Disquerías Edén y todos sus puntos de venta.
Va un pequeño resumen de la charla con Litto, que el 24 de octubre tocará por tercera vez, en el Colón (esa es otra historia).
–50 años de rock argentino.
–Está bien.
–¿Qué representa? Siempre pensamos al rock como algo contestatario y nos encontramos celebrando aniversarios cada vez más grandes.
–Uno puede ser contestatario así tenga 200 años. Yo tengo esta suerte, esta posibilidad de la larga trayectoria y siempre con la misma llama, con la misma pasión porque tiene que ver con la educación que recibí, con la vocación que me pasaron mis viejos, que eran músicos. Ayer leí una nota que le hicieron en el Jornal do Brasil a Milton Nascimento porque cumple 70 años y sale a una gira.
–¡Jo!
–Y claro, cómo no va a salir de gira si el tipo está perfecto y loco por cantar. ¿Qué va a hacer? ¿Se va a quedar en la casa? Me dio gracia la nota porque el periodista le dice ‘qué pasa ahora, que tiene 70 años’ y el tipo le dice ‘yo no me doy cuenta, para nosotros los músicos no existe el tiempo reloj… no es que ahora que tengo 70 voy a ir con la guitarra colgada al otro lado’. La actitud de ir a tocar es siempre la misma, el mismo sentido del nervio y la responsabilidad ¿y qué querés? Querés que ojalá tengas la energía para que cantes bien, que a la gente le llegue, que el sonido esté bueno, que vaya mucha gente, que a la gente le gusten las nuevas canciones. Por lo menos en mi caso, eso no ha variado absolutamente nunca, es más, te diría que en los últimos tiempos lo disfruto mucho más que antes porque en otras épocas de mi vida, hacer lo mismo que hago ahora formaba parte de una suerte de batalla, de qué era la música comercial y lo que no era comercial. Una cantidad de cosas que hoy en día no es que dejaron de existir, existen. Hay muchísima música, a nivel comercial, de muy mal gusto.
–El oído se entrena y uno empieza a descubrir qué es lo comercial, uno descubre qué es lo genuino y qué no, qué está hecho desde el corazón y qué es un invento.
–Cuando digo ‘comercial’ no lo digo de modo peyorativo.
–Sí, lo sé.
–Me imagino que no todo el mundo tiene la obligación de ser Jimi Hendrix, ni Dylan ni Beethoven. Pero voy a esto: me parece que en las dos últimas décadas la exageración del negocio con el arte ha sido demasiado.
–Yo hablo como periodista y lo que yo he visto en estos años, en el circuito nuestro las discográficas también han sido una picadora de carne.
–Claro.
–Vi pasar a muchos pibes que hoy están fuera del circuito porque los exprimieron al mango.
–Y después los tiraron, sí, sí. Si uno mira, por ejemplo, para marcar una etapa de gran suceso internacionalmente, cuando aparecieron los Beatles. Los Beatles siguen siendo hoy en día un negocio multimillonario. Nadie dejó de ganar plata con ellos. Ahora, abrieron una perspectiva nueva para el negocio discográfico, el de los conciertos y todo, que al comienzo bastante bien representaba que de Inglaterra, además de ellos, salieron una cantidad de grupos extraordinaria, cada uno con su onda y con su estilo. Y después empezaron a salir con la psicodelia, una cantidad de grupos norteamericanos también buenísimos. Pero eso paró. Llegó un momento, en los años ‘80, en que la industria dijo ‘¿cómo seguimos, ahora? ¿cómo inventamos tipos?’ A los anteriores no los inventaron, existían. Entonces empezaron a inventar una cantidad de pavaditas que van derecho al business, al consumo del adolescente. Y claro, con gran campaña publicitaria, todas esas cosas pegan de entrada. Lo único es que no perduran.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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