Leonard Nimoy, el actor que interpretó al personaje de la exitosa tira de los ’60, falleció en su casa de Los Angeles. Con una vida dedicada a la actuación, el artista en más de una ocasión luchó contra su propio encasillamiento.
El actor estadounidense Leonard Nimoy, quien entre 1966 y 1969 interpretó al famoso señor Spock en la serie Star Trek conocida en la Argentina como Viaje a las estrellas, murió a los 83 años este viernes en su casa de Los Angeles, según informó su esposa Susan Bay Nimoy.
Según la mujer, Nimoy –reconocible por las orejas en punta de su criatura, ya que su etnia provenía del planeta Vulcano– venía sufriendo una enfermedad obstructiva crónica y había sido hospitalizado hace diez días debido a fuertes dolores en el pecho.
Nacido en Boston, Massachusetts, el 26 de marzo de 1931, era hijo de inmigrantes judíos ortodoxos que habían escapado a principios del siglo XX a los Estados Unidos por culpa de los «pogroms» habituales en la época, y comenzó sus estudios de actuación de muy niño en su ciudad natal.
Como muchos de su profesión, al tiempo que intentaba probar en el mundo del cine, fue taxista en Los Angeles, portero y empleado de un negocio de veterinaria, y fue sargento en el ejército estadounidense, donde pidió la baja a los dos años.
En 1951 consiguió un ínfimo papel en Hoy eres reina, de Arthur Lubin, protagonizada por los hoy casi olvidados Phyllis Avery y Darren McGavin, y un año después logró un contrato para actuar en la serial para salas Zombies of the Stratosphere, del sello Republic, dedicado a productos populares.
En 1954 participó en El mundo en peligro, de Gordon Douglas, un director que hizo de todo y terminó especializándose en films de anticipación, tras algunos pasos por la TV –incluidas Dimensión desconocida, El virginiano y Bonanza–, coincidió en un piloto de Viaje a las estrellas con William Shatner, el futuro capitán James T. Kirk.
A los productores no les gustó su trabajo, pero la insistencia del creador de la serie, Gene Roddenberry, que lo defendió tenazmente, logró que Nimoy y su personaje se transformaran en lo más popular del ciclo, incluso por encima del trabajo de Shatner. A principios de los ’70 la serie había dejado de emitirse por primera vez y el actor, que no quería ser cosificado en papeles de extraterrestre, tuvo un fugaz pasaje por Misión imposible, en lugar de Martin Landau, y puso su voz a la versión animada del ciclo, además de hacer teatro, sacar fotos, hacer música y escribir su autobiografía Yo no soy Spock, en 1975.
Pero el papel del vulcaniano marcó profesionalmente a Nimoy, pese a sus esfuerzos por no encasillarse que le llevaron a buscar otras vías creativas en el teatro, la literatura o la fotografía. Dirigió algunos ciclos televisivos y debutó como tal en la pantalla grande con Star Trek III-En busca de Spock (1984), donde otra vez se puso en a piel de ese personaje al que amaba y odiaba al mismo tiempo.
«Spock fue el rol de mi vida», dijo. «¿Cuántos actores pueden sostener durante décadas ser identificados por determinado rol?», señaló en algún momento. «Creo que es realmente un honor. Por suerte, disminuyeron los chistes sobre mis orejas.»
Repitió esa tarea en Misión: salvar la Tierra (1986) y, ya lejos del espacio, realizó la comedia paternal Tres hombres y un bebé (1987), el melodrama The Good Mother (1988), con Diane Keaton, la comedia Funny Baby (1990), con el gracioso Gene Wilder, y Holy Matrimony (1994), con Patricia Arquette.
Luego de haber anunciado su retiro de la actuación en 2002, tuvo intervenciones en la serie Fringe, que en la Argentina emite el canal Fox, intervino en un videoclip de Bruno Mars y realizó un sonado cameo en Star Trek: En la oscuridad (2013), de J.J. Abrams.
Después de que fracasara su primer matrimonio con la actriz Sandi Zober, Nimoy se casó con Susan Bay Nimoy, que también trabajaba como actriz. El actor tuvo dos hijos, un hijastro, seis nietos y un bisnieto. «Debutó como director en cine con Viaje a las estrellas III-En busca de Spock, 1984″.
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