Los expertos consultados afirman que, si bien en el país se amplió la denominación de caso sospechoso y se incrementaron las pruebas en los últimos días, todavía falta testear más para combatir al virus y salir de la cuarentena
Las cifras son clave para todo. Y más, en medio de una pandemia donde los contagios y muertes por el nuevo coronavirus se multiplican por miles en todo el mundo hora tras hora, todos los días.
Es por eso que todas las estrategias para combatir la enfermedad, hasta tanto se descubra un medicamento o vacuna eficaz contra el virus SARS-CoV-2, recaen en saber cómo matar el virus (con agua y jabón, alcohol en gel o lavandina), cómo evitar su contagio (distanciamiento social), individualizar dónde se lo encuentra, quién lo porta, y qué tasa de letalidad tiene en una determinada región, ciudad o país. Toda esta información ayudará a controlar los contagios, evitar el pico de la enfermedad para llevarla a una curva suave de ascenso y descenso, y fundamentalmente para saber cuándo, cómo y dónde se puede salir de la cuarentena o aislamiento social preventivo y obligatorio, que anteayer cumplió un mes en nuestro país.
La recomendación del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue muy clara hace un mes, cuando la enfermedad estaba controlada en China, hacía estragos en Europa y comenzaba a expandirse en América: “Test, test, y más test”.
El test al que se refiere el jefe sanitario, es el RT-PCR, que permite saber si una persona está contagiada por el COVID-19 en el mismo momento. Basado en un análisis genético, la prueba se realiza introduciendo profundamente un hisopo (un palillo recubierto de algodón en su punta) en la nariz del paciente. El resultado se obtiene en unas horas.
“Para ganar, debemos atacar el virus con estrategias agresivas y bien dirigidas: hacer el test a cada caso sospechoso, aislar cada caso confirmado y hallar y poner en cuarentena a cada una de las personas con las que estuvo en contacto estrecho”, resaltó el funcionario. Y agregó: “Para cualquier país, una de las cosas más importantes es el compromiso político al más alto nivel. Todos los países deberían poder evaluar todos los casos sospechosos. No pueden luchar contra esta pandemia con los ojos vendados; deberían saber dónde están los casos”.
Siguiendo los consejos de la OMS y advirtiendo que era uno de los países con menos testeos en el mundo, Argentina ha visto incrementado en los últimos 10 días la cantidad de pruebas por COVID-19 por millón de habitantes. Ayudó también el permitir que se amplíen la cantidad de laboratorios certificados para obtener los resultados y fundamentalmente el hecho de haber adquirido una buena primera tanda de kits o pruebas de diagnóstico (más de 57.000) provenientes del exterior.
El número de tests diagnósticos de coronavirus por millón de habitantes subió desde el 8 de abril en la Argentina de 293,8 testeos a 810 es decir más de un 170 por ciento, según los reportes que emite a diario el Ministerio de Salud de la Nación.
En este contexto, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, viene sosteniendo en su reporte matutino que el dispositivo de salud público y privado no está tensionado ya que hay unos 120 pacientes en unidades de terapia intensiva mientras que la mitad del total de las camas críticas en el país (unas 8.500) están disponibles.
A la vez, hasta el momento son 840 las personas dadas de alta, lo que representa 27% del total de casos confirmados, mientras que la tasa de letalidad, es decir la cantidad de fallecimientos (151) sobre el total de confirmados (3144) por 100, asciende a 4,80% y la tasa de mortalidad (se divide el número de fallecidos por la enfermedad por la cifra de población total del país y se multiplica por 1 millón) que es de 3,3 casos sobre millón de habitantes, según datos del Ministerio de Salud.
Vizzotti afirmó que lo que se busca “es expandir el testeo y trabajar en la descentralización para que cada provincia y cada laboratorio puedan generar cada vez más testeos. El número de testeos está aumentando y la idea es seguir en ascenso”.
Ejemplos en algunos países del mundo como Alemania (el testeo fue mucho más abarcativo desde el comienzo y por regiones) o Noruega (lidera el ranking de tests por millón en el mundo y logró la mortalidad más baja de Europa) sirven para comprender por qué el hacer más testeos, junto con la aplicación de otras medidas de evaluación epidemiológica, como cierre de fronteras, cuarentenas y comportamiento social responsable, dan los resultados esperados y logran salvar millones de vidas.
Corea del Sur es otro ejemplo de cómo un país puede controlar las infecciones. Además del aislamiento social, aplicó una estrategia de test masivos a la población (ya realizó más de medio millón). Así, la cantidad de test realizados de Corea para detectar el coronavirus es de 11.100 por millón de habitantes, una de las más altas del mundo. En Alemania se realizaron más de 1,7 millones, a razón de 20.600 por millón de habitantes. Muy alto para los 810 de Argentina.
La proporción de tests de coronavirus por millón de habitantes de Argentina (810) se asemeja a la de países como Granada (818), Trinidad y Tobago (995), Guinea (762) o Paraguay (824).
¿Qué pasa en Argentina con los testeos?
“Sabemos que en Argentina tenemos un déficit en cuanto al número de infectados, ya que las cifras oficiales son menores a las reales. Pero el incremento de la realización de pruebas por COVID-19 en los últimos días es sin duda un dato positivo”, explicó a Infobae el doctor Lautaro de Vedia, infectólogo del Hospital Muñiz y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Todo parece indica que aumentar los testeos en forma masiva y preventiva es la próxima etapa que se viene a fin de poder salir de la cuarentena, para poder realmente saber a quién identificar como portador del virus y aislarlo a fin de que no contagie. Por lo menos, hasta que algunas de las 100 investigaciones científicas en vacunas y tratamientos sean eficaces contra la nueva pandemia.
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