Un chip, que en menos de cinco minutos detecta qué pacientes graves de Covid-19 podrían requerir cuidados intensivos, fue diseñado con apoyo económico del Estado por una startup especializada en nanobiotecnología, creada en 2019 por tres investigadores y emprendedores argentinos, se informó oficialmente.
Se trata de un chip diseñado por una empresa argentina, que permite detectar en cinco minutos si un paciente está en proceso de desarrollar una «tormenta de citoquinas».
Gisens Biotech fue fundada en 2019 por María Florencia Piccinini, Esteban Piccinini y Luis Pierpauli que habían comenzado a desarrollar la tecnología bautizada por la empresa como «Zaphyrus» que permite el biocensado para detectar moléculas biológicas en base a biosensores de grafeno y microelectrónica.
El Chief Strategy Officer de Gisens Biotech, Luis Pierpauli, contó a Télam que «la empresa es una start up especializada en nano biotecnología formada en 2019 que había comenzado a trabajar en un dispositivo portátil para medir la función renal en pacientes con patologías renales; cuando aparece la pandemia de Covid-19 decidimos reconvertir la tecnología en la que veníamos trabajando para ayudar a la coyuntura que enfrentaba el sistema sanitario».
Y apuntó que «esta tecnología puede utilizarse para muchas cosas, en este caso para esta prueba que puede predecir con un alto grado confiabilidad cuando un paciente con Covid-19 va a requerir cuidados intensivos debido a la aparición del fenómeno conocido como ‘tormenta de citoquinas'».
Cómo funciona
Pierpauli indicó que «la ‘tormenta de citoquinas’ es una complicación frecuente y una de las principales causas de mortalidad en los pacientes con cuadros graves de Covid-19, consiste en una exacerbación de la respuesta inmunológica que monta el organismo en contra de la infección del SARS-CoV 2, donde el exceso de intermediarios inmunológicos (citoquinas) producen efectos nocivos en el organismo.
Este nano chip lo que hace a partir de una gota de sangre del paciente es detectar en cinco minutos los dos biomarcadores que tienen mayor nivel predictivo a la hora de estimar si una persona va a presentar una “tormenta de citoquinas”; esto es clave porque es un fenómeno tratable para evitar el desenlace fatal, pero para tener éxito los tratamientos deben comenzar en estadios tempranos del fenómeno», añadió.
El emprendedor subrayó que «los procesos para hacer una prueba para estos biomarcadores en un laboratorio cuestan el doble de lo que costaría este chip, y en vez de demorar cinco minutos pueden tardar hasta doce horas».
«Para los médicos que tratan a pacientes graves de Covid-19, tener un test que les permite monitorearlos en tiempo real para predecir si van a necesitar cuidados intensivos es una herramienta que les permite anticiparse y mejorar las posibilidades de tratamiento», enfatizó.
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