«Entre los muertos hay mujeres y niños», dijo Mohiuddin Nori, portavoz del gobernador provincial de Herat, lugar donde murieron 22 de las víctimas al estallar un artefacto al paso del vehículo.
La segunda bomba estalló casi a la misma hora al paso de un camión en el área de Kotal Turkistán e hirió a nueve personas. «Una mujer murió en el hospital a causa de las heridas», aclaró el portavoz, según despacho de DPA.
Por su parte, el portavoz de los talibanes Qari Yusuf Ahmadi afirmó que los milicianos no están involucrados en estos ataques.
Los talibanes han atacado a las tropas afganas e internacionales colocando bombas en las carreteras, lo que también causó una elevada cifra de muertes de civiles.
En un informe de la ONU sobre los muertos civiles en el conflicto el mes pasado se señala que 1.460 civiles murieron en los seis primeros meses del año, lo que supone un incremento del 15% con respecto al año pasado.
En tanto, en un atentado suicida contra una base estadounidense en la ciudad de Gardes, en el sureste del país, murieron dos vigilantes afganos.
El portavoz del gobierno de la provincia de Paktia, Rohullah Samun, dijo que también resultaron heridos otros siete trabajadores de una empresa de seguridad privada afgana. El agresor suicida, relató, hizo detonar los explosivos en la base instalada en la capital provincial.
Por su parte, un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Paz en Afganistán (ISAF) dijo que ningún soldado afgano y ni extranjero resultó herido y que el agresor no consiguió entrar en la base.
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