Ocurrió en un centro sanitario ubicado en la provincia de Idleb. El ataque dejó decenas de heridos y desaparecidos. El gobierno de Damasco pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que ponga fin a los “crímenes del régimen turco”.
Beirut – Un bombardeo contra un centro sanitario apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la provincia siria de Idleb provocó hoy al menos nueve muertos y decenas de heridos y desaparecidos.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG opositora al gobierno sirio, con sede en Londres pero una amplia red de contactos en el convulsionado país árabe, señaló como responsables a aviones rusos que «atacaron el hospital» ubicado en las afueras de Maarat al Nuaman, en Idleb.
No es la primera vez que un centro médico que recibe apoyo de MSF es atacado en Siria: el pasado 5 de febrero, tres personas murieron y otras seis, entre ellas una enfermera, resultaron heridas por un bombardeo contra el hospital de Tafas, en el sur de Siria y ayudado por la ONG.
Paralelamente, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada kurdo-árabe apoyada por Estados Unidos, tomaron hoy el control de la población de Kafr Naya, en el norte de la provincia de Alepo, tras combates contra facciones islámicas.
El OSDH señaló que las FSD se hicieron con el dominio de Kafr Naya, al sureste de la localidad de Deir Yamal, después de que las fuerzas del gobierno de Bashar al Assad lo intentaran infructuosamente hace cuatro días y se retirarán también del pueblo vecino de Kafin.
Con este logro, las FSD se aproximan a las áreas controladas por el grupo fundamentalista Estado Islámico (EI), en el noreste de Alepo, y estrechan el cerco a la ciudad de Tel Refat, en manos del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y sus aliados.
En paralelo, las fuerzas de Turquía continuaron hoy bombardeando las poblaciones de Deir Yamal y Meneg, en poder de las FSD, después de que el pasado fin de semana al menos cuatro personas murieran -una civil y tres milicianos de la coalición kurdo-siria- por ataques similares en esa y otras áreas.
El gobierno de Damasco condenó ayer «con firmeza» los bombardeos de las fuerzas turcas en el norte de Siria y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que ponga fin a los «crímenes del régimen turco».
Hace dos días, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, insistió en la determinación de su país de luchar contra el EI y en que tanto su país como Arabia Saudita están dispuestos a una operación terrestre en Siria.
Para Damasco, la intervención turca en los asuntos sirios representa «un reconocimiento oficial sobre la perseverancia en violar las resoluciones del Consejo de Seguridad vinculadas a la lucha contra el terrorismo».
Siria sufre desde hace casi cinco años un conflicto que se cobró las vidas de más de 260.000 personas, según el recuento del Observatorio.
Fuente: La Mañana
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