Unas 75.000 personas participaron el sábado en las protestas de los «chalecos amarillos», franceses que manifiestan contra la política fiscal y social del gobierno de Emmanuel Macron, y que derivó en violentos enfrentamientos entre «agitadores» y fuerzas de seguridad, particularmente en París.
Este movimiento de clases humildes, que sacude Francia desde hace dos semanas, protagonizó también duros disturbios en distintas provincias del país. Al final de la tarde dejaban un saldo preliminar de 64 heridos leves y 205 detenidos en todo el país, según la prefectura de la policía.
En el corazón de París se vieron escenas de guerrilla urbana, con hombres encapuchados que armaron barricadas, quemaron autos, rompieron vitrinas y lanzaron objetos contundentes a la policía antimotines en varios de los barrios más lujosos y turísticos de la capital francesa.
La zona turística de los Campos Elíseos fue presa del caos y el Arco del Triunfo fue pintado con grafitis y asaltado por los alborotadores. En las avenidas adyacentes había barricadas en llamas, algunas formadas con autos volcados e incendiados, y los gases lacrimógenos volaban incesantemente.
El primer ministro Edouard Philippe dijo que estaba «conmocionado» por la violencia en París, y las fuerzas de seguridad seguían lidiando con «agitadores» sin chalecos en distintas zonas de la capital al caer la noche.
Pero los incidentes y focos de violencia al margen de las concentraciones de los «chalecos amarillos» se vivieron también en varias ciudades francesas, entre ellas Lille, Charleville-Mézières, Estrasburgo, Toulouse, así como en Nantes, donde medio centenar de «chalecos amarillos» irrumpieron en el aeropuerto local.
Esta es la tercera jornada de protestas en Francia, tras las del 17 y del 24 de noviembre pasados. La del sábado 24 ya se saldó con graves disturbios también en los Campos Elíseos.
El llamado movimiento de los «chalecos amarillos», pide –entre otras muchas y dispersas demandas– una mejora del poder adquisitivo, menos impuestos y una bajada del precio del carburante.
En París los enfrentamientos empezaron después del mediodía del sábado en torno al Arco de Triunfo –en la parte alta de los Campos Elíseos– entre policías y manifestantes, algunos de ellos enmascarados.
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